Lo peor para México y migrantes, la reelección de Trump
Lo peor para México y la comunidad migrante no es que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, busque terminar con el Programa de Acción Diferida Para Llegados en la Infancia (DACA), es decir, el programa de alivio para los llamados “dreamers”; que intente construir un muro fronterizo y que sea su vecino del sur el que lo pague; o que acabe con el Tratado de Libre Comercio ( TLC).
El peor escenario para México y Centroamérica es que Trump se reelija. El actual presidente ganó los comicios sin contar con la mayoría del apoyo de los ciudadanos estadounidenses.
Pese a que la comunidad migrante rechaza las políticas implementadas, Donald Trump sigue ganando terreno y al ir cumpliendo sus amenazas, va ampliando el poco o mucho respaldo con el que cuenta.
La “película de terror” apenas comienza y, hasta ahora, ninguno de los suspirantes a la presidencia de México parece contar con un plan estratégico para reactivar la economía local y disminuir la dependencia que se tiene hacia Estados Unidos.
Se dijo que “perro que ladra, no muerde”, pero Trump anunció la salida de su país de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), ya detuvo las acciones contra el cambio climático y está a punto de dar por finalizado el Tratado de Libre Comercio.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya ratificó que sólo con la aprobación de fondos para construir el muro fronterizo con México se avanzará a una solución legislativa sobre los beneficiarios del programa DACA.
En una entrevista en el programa “Hannity” de la cadena televisora Fox, el mandatario se dijo confiado de que podrá obtener más concesiones en sus negociaciones con republicanos y demócratas.
Trump admitió que los jóvenes migrantes sirven, actualmente, en las fuerzas armadas de Estados Unidos y tienen un empleo, sin embargo, está dispuesto a condicionar su apoyo y el de su partido a cambio de los fondos para el muro fronterizo.
El argumento del país vecino es que una de sus prioridades es la seguridad fronteriza, para la cual, se requiere el financiamiento completo para levantar el muro. Lo peor para los mexicanos está por venir y en cuatro años no acabará la pesadilla, tal vez, en ocho.