Crea alumna de la UAP música con una flor
Aketzalli Rueda realizó la traducción musical de las secuencias de los genes de la flor
Aketzalli Rueda Flores, egresada de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UAP, generó melodías atonales inspirándose en el ritmo de los procesos biomoleculares, desde la capacitación de luz en las hojas, hasta el desarrollo floral de la Arabidopsis thaliana.
Por lo que, recibió el premio “Maestro Juan Luis Cifuentes Lemus”, a la Mejor Tesis de Licenciatura en Biología 2014-2016, dicho galardón es propuesto y avalado por el Comité de Acreditación y Certificación de la Licenciatura en Biología (Caceb), el Consorcio de Programas Educativos de las Ciencias Biológicas (Compeb), el Colegio de Biólogos de México y la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Biología (Amfeb).
Realizó la traducción musical de las secuencias codificantes de los genes homeóticos (codones) y de los aminoácidos de los factores transcripcionales que regulan la floración en Arabidopsis thaliana. En esta traducción correlacionó el peso molecular de codones y aminoácidos, con la altura y duración de las notas musicales de la escala cromática en clave de Sol y escala natural en clave de Fa.
Acercar la ciencia y el arte dio como resultado el disco “Te Escucho Floración”, con registro de derechos de autor y ocho melodías que describen la actividad espacio-temporal dentro de las interacciones genéticas. Con un tamaño de entre 10 y 30 centímetros de altura, la Arabidopsis thaliana se introdujo en el laboratorio hace 40 años; desde entonces esta hierba acapara la atención de miles de científicos. En el año 2000 se obtuvo la secuencia de su genoma, siendo el primer genoma de planta secuenciado y, por ende, registrado en el National Center for Biotechnology Information (NCBI), una base de datos internacional pública.
Para convertir la información genética de la Arabidopsis thaliana a notas musicales, bajo la asesoría de María Rosete Enríquez, profesora-investigadora de la Facultad de Ciencias Biológicas, la ex alumna utilizó las secuencias codificantes de nueve genes homeóticos, así como las secuencias de aminoácidos, ambas registradas en el NCBI, para asignar las notas musicales de acuerdo con el peso molecular de cada codón de los genes o cada aminoácido de las proteínas.
La docente precisó que la traducción de los genes sirvió como base melódica, mientras que la traducción de las proteínas reguladoras fue usada como línea de acompañamiento. Por consiguiente, cada melodía del disco “Te Escucho Floración” resulta del ensamble musical de la traducción de un gen homeótico.
Una pizca de ciencia y otra de arte