Yerros en casos Uber y Cabify
En Puebla, como ocurre en el resto del país, la permisibilidad de las autoridades y las deficiencias de los legisladores salen a flote cuando los problemas hacen crisis.
Es el caso de la autorización en la entidad del servicio “ejecutivo” con la aplicación (APP) de las empresas de transporte Uber y Cabify.
En 2015, el Congreso del Estado reformó la legislación de transporte para que iniciaran actividades estas empresas, con una reglamentación laxa: basta con que un particular registre un vehículo y un conductor a la plataforma, a diferencia de los rigurosos requisitos a los taxistas.
Tanto las autoridades estatales encargadas de enviar la iniciativa al Poder Legislativo, como los diputados locales, fueron omisos al dejar muchos cabos sueltos, lo que le costó el registro a la empresa Cabify.
Las deficiencias en la regulación del servicio salieron a relucir como consecuencia del delito de homicidio cometido contra dos mujeres universitarias, donde estuvieron involucrados vehículos y choferes de ambas empresas.
Salvo las licencias de conducir y el requisito de presentar una constancia de no antecedentes penales, las actividades y el número de vehículos no están lo suficientemente regulados, y se estima que existen, por lo menos, 10 mil automóviles de Uber en el estado.
Esta falta de regulación desencadenó que bandas de criminales utilicen este servicio para cometer delitos como el robo, asaltos, traslado de huachicol, violaciones y homicidios.
Con toda alevosía y ventaja, delincuentes han penetrado el servicio de Uber para delinquir; cuentan con la información de los usuarios: número de celulares, domicilios particulares y de empleos, horarios de entrada y salida, datos de familiares, y datos de tarjetas de crédito de clientes.
Desafortunadamente, las autoridades “descubrieron” que no existen protocolos de seguridad para los usuarios, cuando gobierno y legisladores debieron contemplarlo en la reforma a la legislación del transporte. Tuvieron que ocurrir los crímenes de las universitarias para enmendar la plana.