“PLAZA DE LA CANASTA”, UNA TRADICIÓN
Reúne a más de 2 mil compradores, que adquieren su canasta para las ofrendas de Todos los Santos
Desde el martes por la tarde, artesanos del carrizo de la región de Ajalpan se instalan en las calles que confluyen al mercado de esta población, pues participarán en la tradicional “Plaza de la Canasta”, denominada así por la gran cantidad de pobladores que se congregan para vender o comprar una amplia variedad de canastas.
Este mercado concentra un alto número de clientes, reúne hasta a 2 mil compradores de la Mixteca poblana, Sierra Negra y el Valle.
La actividad es una tradición en la ciudad de Ajalpan. Matilde Ortiz narró que desde hace más de 60 años, acude a vender canastas a este mercado, tres semanas antes de la festividad de Todos Los Santos. Señaló que desde los 7 años acompañaba a sus padres, quienes se dedicaban a comprar carrizo y elaborar estos recipientes.
En la “Plaza de la Canasta” acuden más de un centenar de personas procedentes de esta región, así como de Oaxaca, no obstante, en los últimos tres años ha llegado gente procedente de Acatlán de Osorio.
La compra-venta es nocturna
El establecimiento de los artesanos del carrizo ocurre el martes, preferentemente, en el transcurso de la tarde, de tal manera que a partir de las 17 horas y hasta la madrugada del miércoles, las calles se ven llenas de gente que van y vienen en busca de precios y tamaños de las canastas, mismas que se utilizarán en las ofrendas para recibir a los fieles difuntos.
La demanda de canastas de carrizo surge como una tradición, pues en ellas se coloca fruta, pan de muerto, dulces, entre otros artículos. Hay quienes cada año renuevan estos recipientes, para que los difuntos se “lleven” sus ofrendas en un cesto nuevo.
En cuanto al tamaño y colorido, este es al gusto del comprador; Sofía Martínez, vendedora de la plaza, señaló que teje en comunidades de la Mixteca de Oaxaca, donde se utilizan colores llamativos, como el verde y el fucsia, que resaltan con el amarrillo del carrizo.
Los artesanos del estado vecino de Oaxaca también llegan a Ajalpan, Puebla, porque saben que las ventas “son seguras”, afirmaron algunos artesanos. Por tradición, los pobladores realizan sus compras en estas fechas para esperar a sus familiares que se adelantaron en ese viaje sin retorno y la mejor manera de recordarlos, es con una ofrenda puesta en una canasta nueva.
A la ciudad de Ajalpan, los vendedores llegan tres martes consecutivos, porque la venta es segura; estiman que en esta plaza participan cerca de 200 comerciantes, que ofrecen una gran diversidad de canastas, cuyos precios van desde los 10 pesos hasta los 400, depende del tamaño y material.
Carrizo, la materia prima
En la región Mixteca, los artesanos
Participan cerca de 200 comerciantes, quienes ofrecen un diverso número de piezas En la región de Ajalpan, la Plaza de la Canasta tiene más de 300 años de antigüedad
utilizan el carrizo para elaborar las canastas, mientras que en Acatlán de Osorio se ocupa la raíz de bejuco, mimbre y la palma.
Juana Sandoval, artesana de la región, comentó que en la región de Ajalpan, la Plaza de la Canasta tiene más de 300 años de antigüedad, y cada año se instala pese a que la materia prima resulta cada vez más escasa.
Los artesanos de Ajalpan, como de Altepexi y Zinacatapec, tienen que salir a poblaciones cercanas a conseguir el carrizo, el cual requiere de un procedimiento específico para “moldearlo”, según el tipo de canasta.
De acuerdo con los artesanos, el carrizo se trabaja húmedo para que sea más fácil entretejerlo, después se barniza y por último, se pinta.
Comerciantes de la región señalaron que el número de fabricantes ha disminuido, pues muchos jóvenes no tienen interés por aprender este oficio: “No quieren hacer el recorrido de mercado en mercado para efectuar la venta, tampoco soportar las inclemencias del tiempo, prefieren emplearse como obreros en las maquiladoras, porque saben que al finalizar la semana tienen un ingreso económico seguro”, señalaron.
Incursionan nuevos tipos de canasta
Omar Rodríguez Mendoza, artesano de canastas originario de Molcaxac, ha vendido por tres años consecutivos en esta plaza; sin embargo, a diferencia de las canastas de carrizo, él trabaja con bejuco, mimbre y palma, oferta modelos más variados y colores diversos, lo cual le ha permitido diversificar su clientela.
Por último, señaló que la Plaza de la Canasta reporta alta demanda, por lo que se compensa el arduo viaje que realiza.