En la loca
El Instituto Nacional Electoral validó el registro de 48 personas, de 86 que se inscribieron, que buscan ser candidatos a la Presidencia de la República. Tienen derecho legal, pero no se advierte consistencia política.
Los aspirantes habrían de recoger 866 mil 593 apoyos. El quebranto de los partidos evidencia que no hay identidades partidarias. El final del mediocre gobierno federal apresura.
Ha corrido alguna fortuna el encuentro en un foro que unió a los líderes dispares del PAN, donde se escucharon opiniones y no juicios políticos estimables.
Enrique Krauze pide marginar el debate ideológico porque, según él, la distinción entre izquierdas y derechas es anacrónica.
No hay conocimiento de la insensatez que lleva a las pretensiones de obtener un cargo que depende de negociaciones entre los diferentes grupos de poder que incluyen a las iglesias, al imperialismo yanqui e, incluso, a los poderes del narcotráfico.
Para que los aspirantes logren reconocimiento deben cazar 41.5 millones de firmas. Muchos de los aspirantes a la candidatura independiente deben obtener las firmas de ciudadanos. El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez,
El Bronco, quiere aprovechar los tuits para recabar solidaridad. Seguramente se da cuenta de su locura, pues confiesa: “Ayúdenme a hacerlo. México necesita de los valientes, de los atrevidos y, ¿por qué no?, de los que tenemos un poquito de locura. ¿Entonces qué?, ¿Eres bronco o mansito?”
Este broncudo, loquito, según su propia confesión, debiera atender las matanzas, la violencia tan abundante y trágica en el estado norteño.
De los candidatos sin partido que aspiran a gobernar un país que está en gravísima crisis social, sobre todo por la criminalidad, no se tiene información ni se obtendrá. También hay ignorancia de lo que fuman y beben.
¿Cómo podrán los independentistas de ocasión obtener el apoyo de 866 mil 593 ciudadanos? No se sabe. Y ahora la inesperada alianza de PAN y PRD confirma la ignorancia, la indiferencia de las tendencias humanas en un mundo que está encarando la barbarie del pato Donald Trump.
Tiene sentido la recusación de Cuauhtémoc Cárdenas, pues han sido patentes las contradicciones entre PRD y PAN. Bien sostiene que no se finque una alianza entre enemigos ideológicos y económicos.
El lapidado Ricardo Anaya y otros patrones de partidos aluden a una novedad en la cual habría un jefe del Ejecutivo que sea jefe de un instituto político. Y el gabinete de otro. Así que son tiempos de “andar a la loca”. Pues sí, las confusiones humanas, políticas, atosigan a más de un país.