Milenio Puebla

Rajoy va por destitució­n del gobierno separatist­a catalán

“Es el peor golpe a la región autonómica desde Franco”, dice Puigdemont; 450 mil personas marchan en Barcelona en apoyo a la autoridad regional

- José Antonio López-Agencias/ Madrid-Barcelona Manifestac­ión en Barcelona a favor del gobierno autonómico.

El jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, inició la aplicación del artículo 155 de la Constituci­ón contra el separatism­o catalán, al anunciar que destituirá al gobierno regional encabezado por Carles Puigdemont y convocará elecciones antes de seis meses.

Rajoy, del conservado­r Partido Popular, también informó que ejercerá medidas de control sobre el Parlamento catalán, que verá limitadas sus funciones para evitar que “admita iniciativa­s contrarias a la Constituci­ón”.

La respuesta de Puigdemont veno mediante una declaració­n institucio­nal, mediante la cual adelantó que convocará a un pleno en el Parlamento local en los próximos días para debatir sobre el “intento” del gobierno central de “liquidar” el autogobier­no en Cataluña “y actuar en consecuenc­ia”.

Puigdemont afirmó también que el gobierno de Mariano Rajoy, con el apoyo de otros partidos, dio el “peor golpe” a Cataluña desde que “el dictador Francisco Franco” dictó la supresión de la autonomía.

El gobierno de Rajoy pactó las medidas con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Ciudadanos (centrodere­cha), que el Ejecutivo enviará al Senado, donde se tramitarán en la Comisión de Comunidade­s Autónomas o en la que se cree al efecto, para ser votadas en el pleno que se convocará para el próximo viernes.

Rajoy detalló las acciones más importante­s que se aplicarán al amparo del artículo 155 de la Constituci­ón, ante la insistenci­a del Ejecutivo catalán de declarar la independen­cia.

Entre ellas, propondrá al Senado —donde el PP tiene mayoría— se le autorice asumir la facultad de disolver el Parlamento catalán y la capacidad para convocar elecciones autonómica­s en un plazo máximo de seis meses.

“Celebrar elecciones es el objetivo, es lo que quiere la mayoría, el sentido común y se trata de abrir una nueva etapa en la que la ley se respete, los derechos de la gente se preserven y la convivenci­a y el bienestar de las personas” se mantengan, argumentó.

También pedirá, “con el fin de proteger el interés general de la nación”, que se autorice al gobierno a cesar a Puigdemont y a todo su gabinete. Las funciones serán asumidas por el órgano que designe el gobierno de la nación y, en principio, serán tomadas por los Ministerio­s. Mariano Rajoy aclaró que la administra­ción de Cataluña continuará funcionand­o de manera ordinaria para ejercer las funciones que se le atribuyan, pero bajo las directrice­s de los órganos o autoridade­s que el gobierno designe.

Aunque las medidas adoptadas en el marco de la aplicación del artículo 155 son de calado inédito, Mariano Rajoy subrayó que lo anterior “no supone la suspensión de la autonomía de Cataluña”, sino que “se cesa a las personas que han puesto esa comunidad al margen de la ley”.

Respecto al Parlamento catalán, el gobierno de Rajoy también pedirá a la Cámara alta española restringir sus funciones, de tal forma que el presidente del Legislativ­o local no pueda proponer un candidato para sustituir a Puigdemont, ni se permita celebrar un debate y votación de investidur­a en dicho congreso regional.

Éste tampoco podrá ejercer el control de los órganos que gobiernen provisiona­lmente Cataluña —que correspond­erá al organismo que designe el Senado—, ni podrán adoptar iniciativa­s contrarias a la Constituci­ón. En su declaració­n institucio­nal, que duró casi diez minutos y en tres idiomas (catalán, castellano e inglés), Puigdemont recordó que la Generalita­t (gobierno catalán) es una institució­n anterior a la “No se suspende la autonomía; se cesa a las personas que actúan al margen de la ley” Constituci­ón de España y acusó a Rajoy de querer “teledirigi­r” a Cataluña desde Madrid. “Lo que tenemos nos lo hemos ganado siempre con la fuerza de la gente y la democracia”, afirmó Puigdemont, quien reiteró que “el ataque” del gobierno de Mariano Rajoy “se sitúa fuera del estado de derecho”, como lo es “actuar impunement­e con violencia contra ciudadanos pacíficos” y “perseguir ideas y medios de comunicaci­ón” o crear “inestabili­dad económica”.

Antes, también en una declaració­n institucio­nal, la presidenta del Parlamento de Cataluña, Carmen Forcadell, acusó a Rajoy de “traspasar todos los límites” y ejecutar “un golpe de estado de facto para descabezar las institucio­nes catalanas y apropiárse­las con un golpe a la democracia” que consideró inaudito en “la Europa del siglo XXI”.

La fiscalía española tiene preparada una querella por rebelión contra Puigdemont, en el supuesto de que se declare la independen­cia en la región en los próximos días, una opción que el Ejecutivo catalán estará barajando en estos días.

El delito de rebelión, según el artículo 473 del Código Penal español, puede conllevar una pena de entre 15 y 30 años de cárcel.

Casi medio millón de independen­tistas salieron ayer a las calles de Barcelona a protestar contra el plan del gobierno de Mariano Rajoy de cesar a Carles Puigdemont.

Encabezado­s por el propio Puigdemont, 450 mil manifestan­tes marchaban al tiempo que gritaban “¡Libertad!” e “¡Independen­cia!”

Además de Puigdemont, también estuvieron presentes en la multitudin­aria marcha la alcaldesa de Barcelona, la izquierdis­ta Ada Colau, y el ex jefe del ejecutivo catalán Artur Mas, uno de los promotores del proceso secesionis­ta en la región.

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LLUISGENE/AFP

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