Milenio Puebla

Álvaro Cueva Mi marido tiene familia y The Walking Dead

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E stoy en shock por el final de la telenovela Mi marido tiene familia de Televisa.

Pero no porque me preocupe la suerte del personaje que interpreta Silvia Pinal.

¡No! Estoy en shock porque no tengo ni la más remota idea de cómo le van a hacer Juan Osorio y su equipo de escritores para alargar eso una temporada más.

¿De dónde van a sacar historia? ¿Cómo le van a hacer para volver a juntar semejante reparto? Y, lo peor de todo, ¿como con qué argumento van a despertar el interés del público?

Evidenteme­nte estamos ante una de esas insólitas jugadas de la nueva Televisa que no entiende la diferencia entre una serie, una telenovela, lo que es la televisión abierta, lo que es la televisión de paga y lo que es una plataforma como Blim.

De por sí todavía nos deben las temporadas dos de La doble

vida de Estela Carrillo y de La piloto, que no tienen en suspenso a nadie y ahora nos salen con esto.

¿Qué sigue? ¿No se dan cuenta de que va a llegar un punto en que van a perder la poca credibilid­ad que les queda por andar prometiend­o nuevas temporadas de conceptos que no fueron diseñados para eso?

¿No se dan cuenta de que va a llegar un punto en que lo único que van a transmitir van a ser continuaci­ones?

No, y ni quiero pensar en los mercados internacio­nales, porque entonces sí la cosa se va a poner tremenda.

Quiero ver qué clientes de otras partes del mundo, que no estén obligados a comprar, se van a aventar el paquete de invertir en proyectos que ni siquiera van a tener un final definido.

Esto es delicadísi­mo porque obviamente los actores, los escritores y muchos otros talentos más que ya no son exclusivos, van a querer cobrar más y ni caso les van a hacer.

Todos van a salir peleados. ¿Qué necesidad tenía Televisa de llegar a esto?

No estamos hablando de una coproducci­ón panregiona­l tipo

Hasta que te conocí o El César, donde los contenidos se prestan a esta clase de promesas.

Estamos hablando del dinero de una sola empresa. ¡Qué riesgo! ¡Qué miedo! Y lo que más me duele es que

Mi marido tiene familia fue un dulce de telenovela nocturna, con una historia muy fresca, viva y llena de personajes entrañable­s.

De hecho su final, a pesar de haber sido en domingo por la tarde, estuvo hermoso, con muchos antecedent­es para enganchar a las audiencias que no sabían nada.

Qué pena que la sorpresa del último momento haya sido lo del final de temporada. ¿O usted qué opina?

Más muertos vivientes que nunca

Fox Premium nos lo prometió y nos lo cumplió: el domingo pasado usted y yo tuvimos el privilegio de ver al mismo tiempo que en Estados Unidos el inicio de la octava temporada de The

Walking Dead.

Fue el esperadísi­mo capítulo 100 de esa serie y todo salió perfecto.

Hasta la app de Fox funcionó a las mil maravillas. ¡Felicidade­s!

¿Qué le puedo decir de lo nuevo de The Walking Dead sin venderle trama?

Que es impresiona­nte lo mucho que ha crecido esta joya, que la evolución de sus personajes es admirable y que nadie, absolutame­nte nadie, puede decir que se sintió decepciona­do con ese episodio porque estuvo genial.

Comenzó cardiaco, acabó cardiaco y en medio tuvimos todo: drama, terror, suspenso, esperanza, política, valores familiares.

¡Los autores de esta obra maestra hasta se dieron el lujo de jugar con el tiempo y el espacio incursiona­ndo en más y mejores técnicas narrativas!

Rick, el gran protagonis­ta de este concepto, ya no es un héroe. Es un monstruo. ¡Pero qué monstruo!

Ahí está cristaliza­do todo el dolor, el odio, la ira y la desesperac­ión de una generación. Ahí está la razón por la que muchos de nuestros mejores líderes son los peores.

Ahí tenemos una lectura todavía más profunda de la que habíamos estado construyen­do alrededor de esta propuesta.

A diferencia de otras series de terror, The Walking Dead jamás se planteó como una historia donde los humanos tuvieran que luchar contra los zombis para sobrevivir.

Esta es la historia de cómo los humanos deben replantear su convivenci­a en una nueva realidad, en una realidad adversa, en una realidad donde siempre habrá zombis, en una realidad donde el peor enemigo de la humanidad es la humanidad.

¿Así o más simbólico el viaje de Rick de papá policía o líder asesino? ¿Así o más simbólico lo que está sucediendo con la humanidad en este momento histórico?

Yo no creo que sea casualidad que justo ahora que el mundo se la está pasando tan mal, esta serie tenga cautivadas a tantas personas en todo el planeta.

Yo no creo que sea casualidad que este título tan aparenteme­nte sin sentido le esté dando sentido a la vida y al entretenim­iento de millones de hombres y mujeres en los cinco continente­s. ¿O usted que opina?

Por favor, luche por ver lo nuevo de The Walking Dead los domingos en Fox Premium, los lunes en el canal Fox o cuando usted quiera en la app de Fox. Está increíble. De veras que sí.

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