ROBERTO, EL PRIMER DREAMER EN LA UAP
El joven podrá concluir su licenciatura y cumplir sus sueños P. en 00 México
Para Roberto Herrera López, el primer dreamer en llegar al estado, su propósito de estudiar Ingeniería Eléctrica y hacerse de un título al otro lado del muro, se diluía con cada comentario del presidente Donald Trump, sin embargo, Roberto encontró en la UAP, una opción para cumplir esta meta. Ahora es estudiante de Ingeniería en Automatización y Autotrónica de la UAP, programa que empata con el que estudió en la Mid Michigan Community College. El joven de 25 años, forma parte del nuevo campus de San José Chiapa, gracias a que la máxima casa de estudios par- ticipa en el programa Puentes, de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), el cual apoya a quienes por motivos migratorios no pueden continuar sus estudios en Estados Unidos.
Por ello, el director de Educación Superior de la SEP, Alejandro Hernández Solís, propuso turnar el caso de Roberto a la Comisión de Normatividad de la Comisión Estatal de Planeación de la Educación Superior, para generar un proceso que se instale en todas las universidades del estado, a fin de homologar criterios que permitan a estudiantes, incorporarse a las instituciones que formen parte de este programa.
Aunque los “dreamers” son definidos como jóvenes que ingresaron desde niños a Estados Unidos de forma ilegal, para Roberto, este grupo va más allá de los 2.1 millones de indocumentados en condiciones similares.
Aunque los “dreamers” son definidos técnicamente como los jóvenes que ingresaron desde niños a Estados Unidos de forma ilegal, para Roberto Herrera, quien migró con documentos en regla, este grupo va más allá de los 2.1 millones de indocumentados que se estima se encuentran en tales condiciones.
Desde que el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) fue puesto en riesgo de desaparecer, la desesperanza invadió a los millones de estudiantes y trabajadores jóvenes que, independientemente de su estatus legal, buscaban concretar su sueño en dicha nación.
Roberto llegó a México el pasado 20 de septiembre. Arribó cargado de emociones, pues luego de seis años de radicar en Michigan finalmente se reencontraría con sus familiares.
En entrevista, recordó que vislumbró la posibilidad de estudiar en Michigan cuando visitó por vez primera Estados Unidos, en 2009, para estudiar un curso de idiomas. Al darse cuenta del crecimiento industrial del país, se interesó en realizar sus estudios profesionales allá.