Televisa, segunda llamada
La semana pasada asombró al sector financiero del país la renuncia de Emilio Azcarraga Jean como Director General del Grupo Televisa, justo cuando éste atraviesa una de sus peores crisis económicas, de contenidos y de credibilidad.
La renuncia será válida a partir del 1 de enero de 2018, cuando deje la Dirección General y sólo quede como presidente del Consejo de Administración, en su lugar quedarán los que han sido sus más leales colaboradores, Bernardo Gómez vicepresidente de noticias y relación corporativa y Alfonso de Angoitia, vicepresidente de Finanzas.
No obstante, la salida no es para abandonar a Televisa, sino sólo dejará en manos de ambos personajes la Dirección, mientras él se enfoca a la dirección del club de futbol América y de la fundación Televisa.
De acuerdo a declaraciones del propio Emilio no tenía el tiempo suficiente para atender todo lo que involucra a Televisa: “Para un presidente de consejo, estar lidiando con muchos temas de coyuntura no es lo ideal. Estos últimos meses tuve que supervisar juntas de programación, ventas, futbol, incluso de Fundación Televisa, y sentía que no tenía tiempo para el diseño estratégico de hacia dónde debe ir el grupo con cambios tan relevantes en el entorno digital y con nuestra apuesta para el crecimiento a otros sectores y mercados”.
Lo cierto es que la salida coincide con la peor crisis de la empresa, despidos del 20% de los empleados, término de exclusividades a actores y actrices, bajo rating, caída en las ventas de contenidos que ahora representan el 40% mientras que hace diez años eran del 60%. Los contenidos de mala calidad y acartonados como las telenovelas ante el auge de las plataformas de demanda, como Netflix, HBO, FOX, Claro Video, Cinepolis Clik, entre otras con contenidos de alta calidad, así como la oportunidad de descarga y no depender de un horario establecido, han hecho que los televidentes, sobre todo los millenials, dejen de consumir los productos de televisa o televisión en general.
La renuncia también coincide con la aprobación de la Ley Televisa Doring, que fue votada la semana pasada en el Senado, y ésta fue avalada por la “telebancada” del PRI-PVEM y algunos senadores del PAN. Dicha ley permitiría vender publicidad y que ésta sea transmitida en formato de opinión y análisis, algo que sería trascendental para un proceso electoral tan importante como es el del próximo año.
Televisa, aún con las crisis que atraviesa, continuará estando en la agenda, a través de su “telebancada”, de la publicidad que vende a partidos políticos y a los gobiernos, hoy busca una “bocanada de oxígeno” en nuevos contenidos, como lo hizo a través de su plataforma Blim, que no ha penetrado en los consumidores de streaming y que continuará intentado estar a la vanguardia, aunque en los tiempos del internet tendrá que adaptarse o morir en el intento, porque no habrá tercera llamada.