Contaminación auditiva afecta a miles de poblanos
Ruidos mayores a 65 decibeles, un riesgo: Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad De los afectados, 435 mil 896 son automovilistas y un millón 212 mil peatones Puede producir estrés en automovilistas y aumenta posibilidades de accidentes
En la ciudad de Puebla, más de un millón 647 mil personas conviven todos los días con ruidos que sobrepasan los 65 decibeles (dB), límite establecido por la Organización Mundial de la Salud, es decir, enfrentan el problema de contaminación auditiva.
De acuerdo con el estudio Origen y Destino de la Movilidad 2017, realizado por la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad, Capítulo Puebla, la contaminación auditiva es un problema medioambiental cada vez más presente en ciudades como la angelópolis, problema provocado por el tráfico, la actividad industrial y el desarrollo inmobiliario.
De las personas que conviven todos los días con la contaminación auditiva, 435 mil 896 son automovilistas y un millón 212 mil son peatones.
La contaminación auditiva puede producir en los automovilistas estrés y cuando eso pasa al volante, se traduce en una conducción más agresiva y desconsiderada, lo cual, aumenta la posibilidad de un accidente.
“Debemos recordar que el error humano explica 80 por ciento de todos los hechos de tránsito y el estrés produce cambio en la actitud que aumenta ese porcentaje”, apunta el análisis.
El estudio detalla que en las bibliotecas se presenta un ruido de 10 a 30 decibeles, es decir, muy bajo; y en oficinas el ruido es bajo, de 30 a 55 decibeles; situación que cambia en las calles de la ciudad.
Dentro de la angelópolis, se presenta un ambiente ruidoso en diferentes momentos como cuando pasa el camión de la basura o el transporte público que producen 75 decibeles; mientras que el claxon de un automóvil puede provocar hasta 90 decibeles; y los arrancones o aceleraciones de los autos llegan a producir hasta 120 decibeles.
“Es importante aclarar que el umbral del dolor en una persona por el ruido se ubica entre los 120 y los 130 decibeles. Es por esto que resulta muy importante abstenernos de usar de manera innecesaria la bocina o el claxon y provocar ruidos estridentes con el motor o el escape”, destaca el análisis.
En el caso de la ciudad de Puebla, el Código Reglamentario Municipal (Coremun), considera una regulación contra la contaminación auditiva en su artículo 319 que establece que hacer uso innecesario, ofensivo o en lugares prohibidos de bocinas o claxon, escapes, ruidos por revolucionar el motor o cualquier otro mecanismo, desencadenará una multa de cuatro a ocho unidades de medida, antes salarios mínimos.