El huachicol, rentable y sin riesgos para cárteles
El combustible es insustituible y las reglas del mercado legal favorecen el tráfico de gasolinas robadas En este año, se han incautado 4.4 millones de litros de gasolina; 77 mil 424 litros del 6 al 12 del mes Los homicidios ocurridos en San Jerónimo Cal
La extracción y venta de combustible de forma ilegal representa un atractivo negocio para grupos delictivos, y se traduce en mayores ganancias en comparación con el narcotráfico, porque tiene un alto rendimiento y la inversión es baja.
En el punto anterior coincidieron los académicos Ignacio Ibarra Campos, economista del Tecnológico de Monterrey en Puebla y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI); y Juan Luis Hernández Avendaño, director del Departamento en Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana en Puebla.
Los especialistas comentaron que la venta del llamado “huachicol” reporta mayores ganancias, pues aumenta de precio cuando se aplican impuestos a las gasolinas y se hacen operativos, y no requiere una logística especializada para trasladarlo a Estados Unidos, como en el caso de la droga.
Ibarra Campos destacó que la cadena productiva de la gasolina ilegal no tiene ningún costo para los delincuentes, lo cual permite obtener mayores ganancias sin necesidad de una inversión mayor: un contenedor, unas pinzas, mangueras y herramienta para obtenerlo de los ductos de Pemex.
Se trata de un producto insustituible y, por tanto, las reglas del mercado favorecen el florecimiento del mercado ilegal, pues su precio no se fija a partir de la demanda, explicó el especialista en Economía.
Históricamente, cuando se consideró a ciertos productos como ilegales, tales como el alcohol, ello favoreció el florecimiento de un mercado negro.
Desde la teoría económica, añade, se denomina “bienes inelásticos” a aquellos que dada sus características son insustituibles y cuando el gobierno impone o incrementa impuestos sobre su venta, se favorece el mercado ilegal del mismo. El huachicol tiene la característica de que incrementa las ganancias a partir de su venta ilegal, explicó el miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
El huachicol incrementa las ganancias a partir de su venta ilegal, señaló Ibarra Campos
Toda la sociedad está involucrada con el combustible; la droga es consumida por un sector
Por ejemplo, el combustible es un producto que puede ser consumido por cualquier persona que necesita poner en marcha un vehículo o abordarlo y, en esa medida, toda la sociedad está involucrada con este producto; en cambio, la droga sólo es consumida por un sector de la sociedad muy específico y, por tanto, sus ventas se restringen a solo ese sector.
Enfatizó que a diferencia de los costos que tiene la producción y traslado de la droga por rutas muy específicas, en el caso del combustible robado toda la producción corre a cargo de Pemex y cuando las bandas dedicadas al robo de gasolinas o diesel lo obtienen, no se ven en la necesidad de invertir, pues el producto está listo para venderse, lo cual favorece a las ganancias.
Desde el inicio de la administración del gobierno federal, el precio de la gasolina se incrementó entre un 16 y un 20 por ciento, pues los resultados de la implementación de la reforma energética aún no han dado los resultados que se anunciaron.
Bajo esta perspectiva, la compra-venta de combustible robado sólo se reducirá en cuanto el precio de la gasolina comercializada legalmente baje, hasta un punto en el que deje de resultar atractivo comprar la robada, explicó el especialista.
Huachicol, más rentable que la droga
Por su parte, Juan Luis Hernández Avendaño, especialista en Ciencia Política y director del Departamento en Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana en Puebla, sostuvo que el negocio del robo y comercialización del combustible ha resultado atractivo para el crimen organizado, pues algunos han visto en esta actividad un negocio donde no es necesario competir con otros grupos dedicados a la distribución ilegal de droga; además, no tiene la complicación de llevar el “huachicol” hasta Estados Unidos.
Los nexos con estos grupos criminales han provocado que asocien otros ilícitos, tales como el secuestro, el robo y la extorsión, de ahí que las bandas provoquen un daño a la sociedad. “Expanden su poder criminal” y ello implica el riesgo de que en Puebla, la fuerza del Estado se vea rebasada, tal como ocurre en Tamaulipas y Guerrero, apuntó el autor de “El Leviatán Roto: el avance del estado fallido en México”. “Ya había estudios que señalaban que las drogas comenzaban a ser un negocio cada vez más secundario, incluso, para el propio Cártel de Sinaloa, que era el que tenía el dominio en México. El fenómeno de otros cárteles es justamente el fenómeno del crimen organizado más allá de las drogas. Lo que nos está dando de lección este llamado Triángulo Rojo en Puebla, es que el crimen organizado tenemos que pensarlo sin las drogas, porque han encontrado cuatro grandes delitos que les dan tanto o más dividendos que las drogas: la extracción ilegal de combustible, el secuestro, extorsión, y el rapto de los migrantes”, señaló.
Por ello, algunos cárteles “ya no ven necesario disputarle al Cártel de Sinaloa el negocio de las drogas, eso es lo que explica por qué tanta violencia y por qué esta saña con la que están combatiendo por los territorios”. “Obviamente, el tema de las drogas sigue siendo un problema importante pero si solo fueran las drogas no tendríamos ninguna complicación. La extracción de combustible se traduce en complicaciones solo por la extracción de combustible y eso ocurre porque es un gran negocio”, finalizó..