Caballadaflaca a la alcaldía poblana
Aestas alturas de las decisiones políticas, no hay una mujer o un hombre que se perfile claramente en los respectivos partidos políticos, como el más idóneo o idónea aspirante a la alcaldía poblana.
Nombres hay muchos, de alto o bajo perfil, pero alguien con liderazgo o arraigo entre los habitantes de la capital del estado, no dan “color”, dicho en el “castellano priista”: la caballada está muy flaca.
Guardando proporciones, con la precisión de que esta ciudad de Puebla no es la misma de hace diez años, y está muy alejada de las épocas de Jorge Murad (+), Rafael Cañedo (+), Mario Marín, Gabriel Hinojosa o Enrique Doger.
A diferencia de los años del esplendor de partido único, el PRI, este instituto político enfrenta una crisis como marca en la capital del estado porque ha perdido competitividad en la intención del voto, y en un descuido les puede suceder lo que al PRI en la CdMx.
El otrora partido gobierno no cuenta con altos perfiles de liderazgo y arraigo, a la altura de personajes de otras épocas. Han levantado la mano priistas de medio pelo, intrascendentes.
Puebla capital es una bolsa electoral importante y con alto potencial de voto a favor del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), pero con cuota de género y si en ello, los morenos tiene una crisis de perfiles ganadores, se han barajado nombres de desconocidas.
Pero en el partido que ha sido gobierno en la capital del estado, el PAN, no canta mal las rancheras. Es la hora que no hay un perfil ganador, y los que dicen que quieren o serán, son un híbrido entre “ciudadanos” y “militantes” de partido, que no se sabe de cuál.
Parafraseando a Enrique Peña Nieto, no se hace a los candidatos con “elogios” en anuncios panorámicos, en publicidad móvil en el transporte público ni organizándoles foros de “plataformas ciudadanas”.
Los partidos del Frente Ciudadano por México, el PRI-PVEM y Morena-PT tienen un serio problema para postular a un candidato o candidata con liderazgo, arraigo y altura política.