En la montaña baja vuelven a clases con resguardo militar
Pese al operativo, en algunos colegios pidieron a los padres firmar una carta en la que asumen la responsabilidad de enviar a los niños a la escuela
la Secretaría de Educación del estado pidió a los jefes de sectores, supervisores y directores del sector educativo en Chilapa y Zitlala, reabrir los planteles. “Las condiciones para el regreso a clases están dadas”, afirma el documento firmado por el secretario técnico de la dependencia, Jorge Sotomayor Landeta.
Las autoridades municipales también confiaron en que la vigilancia militar y el resto del dispositivo de seguridad será suficiente para que las escuelas se mantengan abiertas. “Estamos contentos, por ese lado, creemos que los docentes y alumnos están teniendo confianza en las diferentes dependencias de gobierno y ya es poca la resistencia que puede haber al respecto para que no regresen a clases”, consideró Esteban Román, secretario general de Chilapa.
En este municipio, 12 de las 65 escuelas de todos los niveles que se encuentran en la cabecera municipal no abrieron. Durante un recorrido, MILENIO constató que en estos planteles se normalizaron las actividades.
A pesar de ello, algunos padres de familia están preocupados por los más de dos meses que sus hijos no tuvieron clases.
El secretario de Educación estatal aseguró que “el servicio educativo nunca se interrumpió”. Padres de familia en Chilapa revelaron que durante este periodo de paro, los maestros les enviaron tareas por WhatsApp, “que a veces no les entendíamos”.
González de la Vega también dio a conocer que para recuperar las clases perdidas, en algunos casos se prolongará “media hora” el horario, en otros se realizarán “ajustes en los recesos para que se pueda ir recuperando lo más posible”. “Los padres de familia estaban entre esa decisión de si mando a mi hijo y exijo que me den clases y también la indecisión del tema de la seguridad”, aseveró.
Luego de un cierre que comenzó por el sismo y de amenazas de grupos delictivos a maestros, los niños de la montaña baja de Guerrero volvieron a las aulas. Militares y policías estatales resguardan las escuelas y después recorren el zócalo y las calles de Chilapa, uno de los municipios más peligrosos en el estado más letal del país.