Qué PES con AMLO
Los anuncios y acciones políticas recientes de Andrés Manuel López Obrador, confirman el calificativo que le asestó el intelectual mexicano de izquierda, Roger Bartra: AMLO representa al “viejo PRI”.
El precandidato presidencial de Morena no es una opción de “izquierda”, puede ser todo, menos un representante de la “izquierda”, el mismo al que defienden ex perredistas, maoístas y ex comunistas históricos.
El político tabasqueño sorprendió con el anuncio de incorporar en una alianza electoral al partido conservador, racista y misógino, el Partido Encuentro Social (PES).
No debería extrañar esta alianza electoral de Morena porque el virtual candidato presidencial es un “viejo priista”, conservador, que de izquierda, ni para el picheo.
Para la arrogancia política de López Obrador, el único frente electoral es el suyo, a los demás los denostó; ser de piel blanca, para el ex priista, es sinónimo del calificativo discriminatorio de “pirrurris”; y autoproclamarse como el único salvador del país.
Cómo admitir a un aspirante presidencial donde giran las decisiones unipersonales en el destino del país, quien se erige en juez para determinar quiénes son honestos y quiénes las mafias del poder, aunque en sus filas existen personajes de dudosa solvencia moral y ética política.
Es decepcionante porque el precandidato presidencial, López Obrador, hace alianzas con dios y con el diablo, al perdonar con una amnistía a los capos del crimen organizado y dar la espalda a las víctimas y abrirle la puerta al dinero sucio en la campaña electoral de Morena.
Posterior al constante bombardeo publicitario de AMLO, a través de una argucia legal como líder de partido, ahora le seguirá una “guerra” de propaganda con las precampañas de los aspirantes presidenciales.