ONU: sin efecto legal, decisión en Jerusalén
La resolución plantea desconocer el planteamiento de Trump de reconocer la ciudad como capital de Israel; basta la negativa de EU para desactivarla
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas estudia un borrador de resolución que insiste en que cualquier decisión sobre el estatus de Jerusalén carece de efecto legal y debe ser rescindido, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció a la ciudad como capital de Israel.
El texto de una página elaborado por Egipto, que fue entregado a los 15 estados miembros del órgano y al que tuvieron acceso agencias de noticias como Reuters, AFP y EFE no menciona de forma específica a EU ni a Trump. Diplomáticos aseguraron que cuenta con un amplio apoyo, pero que es probable que sea vetado por Washington.
El Consejo puede votarlo a principios de semana. Para ser aprobada, una resolución necesita nueve votos a favor y ningún veto de alguno de los cinco miembros permanentes: EU, Francia, Reino Unido, Rusia o China.
Trump revirtió de forma abrupta este mes décadas de política estadunidense, al reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, generando la ira de los palestinos. El republicano también planea trasladar la embajada de EU a Jerusalén desde Tel Aviv.
Tras la decisión, los ministros de Relaciones Exteriores árabes buscan una resolución en el Consejo de Seguridad. Aunque es poco probable que el borrador sea adoptado, sí es un claro mensaje para aislar aún más a Trump en el asunto de Jerusalén.
El borrador de resolución “afirma que cualquier decisión o acciones que pretendan alterar el carácter, estatus o composición demográfica de la Ciudad Santa de Jerusalén no tienen efecto legal, son nulas y vacías y deben ser rescindidas en cumplimiento con resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad”.
Asimismo, “pide a todos los estados que se abstengan de establecer misiones diplomáticas en la Ciudad Santa de Jerusalén, Miles de israelíes desfilaron por tercera semana consecutiva en el centro de Tel Aviv para exigir la dimisión de los “corruptos” en el seno del gobierno.
Los manifestantes recorrieron el bulevar Rothschild al grito de “Bibi vete a casa”, utilizando el apodo del primer ministro, Benjamin Netanyahu. Algunos de ellos llevaban pancartas en las que se podía leer mensajes como “Basta de corrupción, de amaños, de sobornos, de robos”.
La policía interrogó el viernes al premier por séptima vez en relación con presuntos casos de corrupción. Los agentes investigan supuestos sobornos conforme a la resolución 478 (aprobada en 1980) del Consejo de Seguridad”. Los palestinos rechazaron ayer que el Muro de las Lamentaciones, situado en el Monte del Templo (Explanada de las Mezquitas) en Jerusalén Este y sagrado para los judíos, sea reconocido como parte de Israel en el marco de un futuro acuerdo de paz, como señaló el viernes la Casa Blanca. “No aceptaremos ningún cambio de las fronteras de Jerusalén Este y vínculos entre el crimen organizado y miembros del ayuntamiento de la Rishon LeZion, cerca de Tel Aviv, del que forma parte un fiel de Netanyahu, el diputado David Bitan.
Netanyahu ha negado en distintas ocasiones haber cometido cualquier delito y afirma ser víctima de una campaña para echarlo del poder. El primer ministro no está formalmente imputado a estas alturas de la investigación y, según el ministro de Justicia, no tendría que dimitir en caso de resultar inculpado. ocupada en 1967”, dijo Nabil Abu Rudeineh, portavoz del presidente palestino, Mahmud Abas.
Un funcionario de alto rango del gobierno estadunidense había señalado el viernes, antes de que viajara a la región el vicepresidente Mike Pence, que Washington no concebía que el Muro de las Lamentaciones no formara parte de Israel.
Esa postura vuelve a confirmar que el actual gobierno estadunidense no puede ser un mediador justo en el proceso de paz, respondió el portavoz de Abas, citado por la agencia de noticias palestinas Wafa.
La misma actitud ya fue asumida por los palestinos después de que Trump reconociera Jerusalén como capital de Israel.
El Muro de las Lamentaciones, un resto del segundo templo de Jerusalén, es el lugar más sagrado del mundo para los judíos. Está situado en los pies del Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas, sagrado tanto para judíos como para musulmanes, donde se ubican las mezquitas de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca.