NIÑOS DE PADRES JÓVENES SUELEN SER MÁS AGRESIVOS
Los padres jóvenes tienen que seguir estudiando y trabajar, esa doble actividad hace que lleguen a casa cansados y lo que hacen es agredir a sus hijos, explicó López Méndez
El bullying es un problema que es cada vez más violento en menores de edad, en este año trascendieron casos como el de un menor que fue atacado por varios compañeros, otros dos sucesos que se dieron dentro de instituciones educativas y que ameritaron que los menores fueran hospitalizados, declaró Carlos López Méndez, director del colectivo Efecto Mariposa en esta ciudad.
De acuerdo a estudios que hicieron, los casos de violencia se presentaron, principalmente, entre estudiantes de cuarto y quinto año, así como en alumnos de secundaria, en este tipo de casos se debe a que los padres no están al pendiente de la formación u convivencia de sus hijos.
La agresividad en los menores se da ante la falta de estabilidad emocional de los padres, porque hay quienes se unen siendo adolescentes, por lo consiguiente tienen que seguir estudiando y trabajar, esa doble actividad hace que lleguen a casa cansados, irritados y lo que hacen es agredir verbal o físicamente a sus hijos y estos pequeños al tener ese tipo de convivencia en casa, lo trasladan con otros niños de su edad, su comportamiento es un reflejo de lo que viven en su hogar.
En otros casos, la agresión en las familias se da porque los padres tienen una desesperación económica, por eso ambos deben trabajar y a cambio a sus hijos les compran un teléfono celular, una tablet, video juegos y es en estos dispositivos
El comportamiento de los niños es un reflejo de lo que viven en su hogar: Efecto Mariposa
donde hay más violencia, eso genera que los menores sean cada vez más violentos.
Los padres de familia, añadió López Méndez, se han preocupado por llenar los vacíos afectuosos de los niños con la parte económica, comprándoles juguetes caros, principalmente electrónicos que traen insertados programas o que les pueden hacer programaciones, mismos que no son vigilados por los adultos, y es ahí donde los menores comienzan a “nutrirse” de contenidos que, lejos de ser benéficos para ellos, son perjudiciales.
Por todo lo anterior se ha observado que los niños son más agresivos y esto es consecuencia de la violencia que hay en su alrededor, resultado de un hartazgo social, la gente se enoja con facilidad y solo está esperando con quién desquitarse, sale a la calle y si va en vehículo alguien hace sonar el claxon, se baja y agrede; ahora hay gente armada que al entrar en discusión agrede con balazos, o hiere con armas punzo cortantes.
Es urgente que los padres inviertan más tiempo con sus hijos, conviviendo, cuidando su formación, porque esto no lo puede hacer ningún aparato electrónico por muy sofisticado que este sea, el acercamiento y el cariño que deben recibir los menores es de su mamá y papá, del primer círculo de la familia, solo así habrá niños más felices y se tendrá menos agresión con quienes conviven.