¿Es posible prevenir la violencia?
En 2012 se registraron 437 mil homicidios intencionales en el mundo: 36 por ciento en América, 31 en África, 28 en Asia y el resto en Europa y Oceanía (ONUDC). Y nuestro continente sigue con las más altas tasas de violencia. ¿Qué hacer?
Tradicionalmente, la teoría de la prevención se centró en el supuesto efecto inhibidor del castigo penal en el potencial infractor y la operación de policías, fiscalías, juzgados y cárceles para perseguir, sancionar y reinsertar a los violentos y criminales, lo cual a todas luces no ha sido suficiente por las debilidades de estas instituciones y porque las causas del fenómeno son múltiples y de diversa naturaleza.
Pero en años recientes han surgido enfoques teóricos de vanguardia, como el modelo
ecológico de la Organización Mundial de la Salud, que plantea intervenir en los factores de riesgo y propulsar factores de protección en los ámbitos individual, interpersonal, comunitario y social, que conforman el ecosistema de desenvolvimiento de los seres humanos. Para ello, ha sistematizado conocimiento valioso que, con base en evidencia científica, demuestra la factibilidad de controlar la violencia.
Por ejemplo, con el establecimiento de relaciones sanas, estables y estimulantes entre niños y padres o cuidadores; el desarrollo de habilidades para la vida en niños y adolescentes; la reducción en la disponibilidad y el consumo nocivo de alcohol; la restricción del acceso a armas de fuego; el fomento de la igualdad de género, y la atención y el apoyo a las víctimas.
De esta manera, existe infinidad de proyectos focalizados por problema, población vulnerable o territorio que, con la articulación de acciones conjuntas entre actores gubernamentales —no solo de seguridad y justicia, sino también de educación, salud, cultura, trabajo, infraestructura y deporte—, de la sociedad civil, empresariales, religiosos y de medios de comunicación, han logrado revertir escenarios complejos en diversas comunidades de la región. Compartir ese conocimiento ( Control-Inteligente Irvin Waller), adaptar buenas prácticas a contextos propios y acortar curvas de aprendizaje, es imperativo para implementar políticas públicas efectivas contra la inseguridad.
Y, con calificados expertos nacionales e internacionales, así lo están haciendo el Sistema Estatal de Seguridad Pública de Oaxaca, la Fundación para el Estudio de la Seguridad y Gobernanza y el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, quienes imparten el diplomado “Fundamentos de la Seguridad Multidimensional. Una perspectiva de política integral de prevención social”.
El objetivo es capacitar a funcionarios del Estado en los nuevos paradigmas para prevenir la violencia y fortalecer la cohesión social... ¡Bien por Oaxaca!