EL DIARIO DEL HALLAZGO Y EXPLORACIÓN DE LA DIOSA LUNAR
21 DE FEBRERO.
Orlando Gutiérrez, ingeniero de la Compañía de Luz intenta reportar el hallazgo del monolito prehispánico. Acude durante varios días a distintas oficinas del INAH, sin que nadie le haga caso.
23 DE FEBRERO.
Llega a las oficinas de Salvamento Arqueológico, donde contacta al arqueólogo Raúl Arana, quien se sorprende los trabajos reportados se realizan encima de lo que los arqueólogos ya identificaban como el Templo Mayor.
24 DE FEBRERO.
Por orden de la Presidencia, se cerca el lugar del hallazgo y llegan investigadores, agentes de la dirección General de Policía y Tránsito, así como obreros de la delegación Cuauhtémoc con su equipo de excavación para iniciar el levantamiento del asfalto. También acuden las cámaras de Televisa y algunos periodistas, pues había la orden de publicar una nota diaria y por los menos transmitir 15 minutos de esta noticia.
27 DE FEBRERO.
Se inician de forma ininterrumpida los trabajos de exploración del Tempo Mayor.
28 FEBRERO.
4:30 horas. El monolito queda descubierto y se observar con toda claridad la representación que tiene grabada, Cepeda corre a su casa que estaba a dos cuadras por algunos libros para identificar el hallazgo y, apoyados en el Códice Florentino, logran determinar que es una deidad mexica: la Coyolxauhqui.