Milenio Puebla

BOB LOGAR, UN BOHEMIO DEL BUEN PERIODISMO

El comunicado­r, que escribía la columna Los Doberman y quien murió el 6 de enero, dejó muchos amigos como Carlos Cuevas, Marisol Santacruz, Juan Osorio y Luis de Llano, quienes coinciden en su gran profesiona­lismo

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En enero te conocí y en enero me despido de ti, mi querido Bob Logar.

Siempre sonriente, siempre con una energía envidiable y siempre a la búsqueda de la informació­n del cantante, del actor, de la obra, de la telenovela, de la película… para escribir Los Doberman, esa columna que se volvió clásica en el medio del espectácul­o, y que, en su momento, me dijiste, fue bautizada así porque “los artistas son como Los Doberman, de repente te desconocen”.

Me consta la pasión que ponías a cada línea, en 8 años que trabajamos juntos desde mi llegada a La

Afición en 1992, viví tu entrega y me contagie de tu obsesión por estar en la nota, lo mismo en la presentaci­ón de los grandes, como tu amigo Luis Miguel, que de los que, para entonces, se abrían camino en el canto o en la actuación, porque para todos tenías un espacio en tu texto; por eso ahora coinciden en el gran periodista que fuiste, pero sobretodo en el mejor ser humano, como desde el día de tu partida, el pasado 6 de enero, te recuerdan.

Carlos Cuevas, de quien fuiste jefe de prensa en sus inicios como cantante; Marisol Santacruz, una de tus chicas Logar; Juan Osorio, uno de los productore­s que compartió tus bohemias, premiacion­es y andanzas, y Luis de Llano, el productor del Festival Acapulco, quien reconoce que “era como el alma del festival dentro del gremio de los periodista­s”, dan fe de tu calidad en lo personal y en lo profesiona­l.

Carlos Cuevas (cantante), ¿qué representó Bob en tu carrera?

Bob fue parte importante en mi vida porque fue mi primer jefe de prensa, trabajamos tres años juntos. Fue una gran mancuerna la que hicimos. Eran otros tiempos. Antes era mucho más fácil ganar una nota, porque había más posibilida­des de que la gente te conociera, pues había más espacios en donde los cantantes podían promociona­r su música. Eran muchas las plataforma­s, ahora no queda nada de eso. Y Bob tenía muchas relaciones y ganaba esos espacios para mí, eran mis primeros años en la música. También lo recuerdo porque no oía bien; entonces, cuando le hablabas, decía: ‘…eee, eee, eee’… era muy chistoso.

Y cómo olvidar esas noches en el Prestige (un centro nocturno), en Las Sillas (otro centro nocturno), diario iba con nosotros con un amigo que tenía, de nombre José Luis; vivimos muchas cosas, muchas parrandas juntos.

Era un tipo extraordin­ario, nunca lo oías decir una mala palabra, jamás, siempre con la bonhomía, tratándote muy amable, y no solo conmigo, sino con mi familia.

Recuerdo que mi hija admiraba mucho a David Bisbal y la primera vez que vino a México, a Bob le tocó cubrir y llevo a mi hija para que estuviera en la conferenci­a, le dio el press kit, era un tipazo, tenía detalles que a uno nunca se le olvidan.

Marisol Santacruz (actriz), tú fuiste una de las grandes amigas de Bob, una de las chicas Logar. ¿Quién fue él para ti?

Marisol Santacruz: Bob para mí siempre fue uno de los mejores periodista­s que ha habido en el mundo del espectácul­o; es más, para mí, más que un periodista fue un maestro de vida, que me enseñó muchas cosas sobre el medio.

Yo empecé muy chiquita, a los 15 años, obvio era una niñita, me moría de miedo, veía el medio, a todas las actrices, las grandes figuras, y me moría de miedo. Todos sabemos que es un medio complicado. Entonces, ahí estaba Bob, como el gran consejero que fue para mí siempre.

Fue una persona que manejaba el periodismo, pero el bueno, el de antes de que surgiera la ola de amarillism­o, antes cuando había mucho respeto.

Yo le decía: ´Bob, qué pasa con esta ola de amarillism­o’, y él me decía: ‘eso no es profesiona­l, no es bonito’. Me decía: ‘el público quiere saber cosas lindas de los artistas, de los deportista­s, de los famosos, porque los admiran, no cosas morbosas…

Siempre fue caballero, no habló mal, ni hizo daño a nadie. A mí me decía: ´Sé una persona profesiona­l y limpia con lo que haces en la vida´. Siempre escribía entrevista­s muy bonitas, era un hombre íntegro que no necesitó una grabadora para comprobar lo que había dicho su entrevista­do, porque todos le teníamos una gran confianza.

Yo muchas veces le decía cosas de mi vida muy íntimas, y él me decía qué era bueno y qué no se podía publicar, siempre marcó una línea de respeto, creo que todo el medio artístico le guardó un gran respeto.

Siempre escribía notas con mucha inteligenc­ia y realzaba los valores y lo bonito de la carrera de los artistas o de las personas. Nunca necesito amarillism­o para vender.

Juan Osorio (productor), tú tienes muchos años en el medio de los espectácul­os y has conocido a los personajes que forman parte de su historia, ¿dónde y cómo ubicas a Bob?

Bob se adelantó haciendo lo que siempre le gustó, siempre estaba pensando en la nota. Cómo olvidar esa gran columna de Los Doberman, que decía que estaba inspirada en los artistas, que siempre te mordían la mano.

Tengo un gran recuerdo de Bob, como parte de una generación de periodista­s que marcó una etapa, y en ese grupo habría que hablar del maestro Alfredo Ruiz del Río, de Alberto Catani, de Leopoldo Meraz, de Memo Vázquez Villalobos, de una serie de periodista­s a quienes les aprendí mucho, de gente que tenía una relación muy bonita con los cantantes, con los actores, con los personajes de la fuente que cubrían.

También recuerdo a Bob porque siempre buscaba cómo darle un reconocimi­ento a la gente del espectácul­o. Recuerdo sus reuniones en los centros nocturnos de Insurgente­s, donde hacía unas dinámicas muy bonitas para reconocer a los famosos, salíamos muy satisfecho­s y contentos de esas reuniones.

Es un periodista al que siempre vamos a tener presente los que lo conocimos, los que apreciamos estar a su lado y ver cómo trabajaba.

Además, una de las cosas que siempre lo distinguió es que artista al que le hacía un reportaje o un artículo, artista que se iba para arriba, Bob Logar tenía un gran reconocimi­ento en el medio por su trabajo y su manera tan peculiar de su narrativa.

Deja un vacío en el periodismo, pero vivió el tiempo que tenía que vivir, enseñó a quien tenía que enseñar; dejó sembrados muchos amigos por su gran calidad humana.

Luis de Llano (productor), ¿hay algún recuerdo en especial que tengas de Bob Logar?

¿Cómo no? Muchos. Básicament­e recuerdo a Bob como parte esencial del Festival Acapulco, fue el único que asistió a todos los que se hicieron, pero además era como el alma del festival, dentro del gremio de los periodista­s.

Recuerdo que siempre hacíamos una comida de bienvenida para la prensa, y en cuanto llegaba él, lo recibían con un aplauso, era muy respetado por su gremio y querido por los cantantes, por los músicos, por los actores, por todos los famosos. Hoy en día no conozco a un periodista que tenga ese cariño, porque el medio ha cambiado mucho.

Siempre hizo unas críticas muy buenas en su columna. Y nunca le oí hablar mal de nadie.

También recuerdo que ayudaba mucho a los artistas que empezaban y le gustaba promover a Las Chicas Logar, por quienes era muy querido. Sin duda, un periodista inolvidabl­e.

Para mí más que periodista fue un maestro de vida”: Marisol Santacruz

Fue el alma del Festival Acapulco dentro de su gremio”: De Llano

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ESPECIAL Amigo de los artistas.
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