Economía de la salud
La economía es la ciencia que estudia la distribución de los recursos, que son escasos, entre los miembros de la sociedad. Esta definición se extiende a todos los sectores económicos, por ejemplo, en el sector salud “particularmente en la salud pública” los recursos para satisfacer las necesidades de la población son menores a los necesarios, por lo que las instituciones públicas, cualquiera que sea la política para utilizar los recursos, atienden algunas necesidades y otras no.
Aunado a esto, gran parte de la población mexicana tiene fuertes problemas económicos que afectan al cuidado de su nutrición, en este contexto es muy complicado mantener un buen estado de salud y ser productivos. En la salud pública, la deficiente atención médica preventiva para brindar un tratamiento oportuno, el bajo número de médicos especialistas y la escasez de medicamentos, son factores que inciden en la salud de los mexicanos.
En este sentido, la economía de la salud estudia los factores que afectan a la salud, su valor económico, la oferta y la demanda de la atención médica, la planeación y la regulación de las acciones sanitarias, así como la evaluación integral del sistema de salud y de las tecnologías sanitarias. Se trata de la interacción de teorías económicas, sociales, clínicas y epidemiológicas con el objetivo de analizar los mecanismos que determinan la producción, distribución, consumo y financiamiento de los servicios de salud. El análisis económico en el sector salud permite incorporar conceptos como eficiencia, eficacia y maximización de beneficios en la gestión de los recursos. Además, el análisis de procesos y costos de producción, así como la evaluación de los resultados, son herramientas económicas que se utilizan para la toma de decisiones.
La salud es un bien escaso, por lo que es necesario mejorar el proceso de asignación de los recursos, el desarrollo de instrumentos de política pública debe regirse bajo criterios de eficiencia para maximizar los beneficios con los recursos disponibles, la elaboración de políticas públicas en materia de salud deber ser primordial para el gobierno. La planificación sanitaria debe basarse en las necesidades de salud de la población y en la situación actual del sistema de salud, teniendo en cuenta el financiamiento, los problemas sociales y el acceso a la tecnología. Asimismo, se deben identificar los problemas y establecer prioridades, ya que el impacto de las decisiones que se tomen tendrá consecuencias a largo plazo.
Es indudable que la estabilidad política y el crecimiento económico no serán posibles si la población no tiene bienestar y calidad en los servicios de salud.