Anaya, por indagar anomalías, pero no cancelar el proyecto
Parar la obra sería “un disparate” e implicaría “tirar muchísimo dinero”, señala el panista
“la del candidato que representa más de lo mismo y que seguramente lo que haría es cuidarles las espaldas a los que hoy están gobernando”.
La del otro precandidato “que sale con este tipo de disparates como cancelar una obra que está avanzada, y está la nuestra, que es la posición sensata, la correcta, que es continuar con una obra que es necesaria, pero sí revisar todos los procesos de licitación y poner orden y sancionar en caso de corrupción”.
Luego de que MILENIO reveló que la empresa Mota-Engil promovió ante la Secretaría de la Función Pública un recurso de inconformidad por considerar “ilegal” el fallo de la primera licitación para construir el Centro Intermodal de Transporte Terrestre del Nuevo Aeropuerto de Ciudad de México, el tabasqueño dijo que el asunto debe revisarse, porque “hay mucha corrupción y es una obra faraónica que va a demandar mucho presupuesto público, además de que está manchada por la corrupción”.
Veracruz
El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, consideró que los procesos de construcción y licitación del nuevo aeropuerto deben ser transparentes. Dijo que la obra es responsabilidad de la Federación, y aceptó que en el uso que se dará a la vieja terminal y a las obras debe haber claridad. Aseguró que se trabaja en lo que le corresponde para consolidar el proyecto del nuevo aeropuerto y garantizar transporte para los usuarios. —No, porque no hay avance, se perdería muchísimo dinero si se sigue construyendo, ya lo hemos analizado: construirlo costará alrededor de 250 mil millones de pesos del presupuesto público, si se construyen dos pistas en el aeropuerto militar de Santa Lucía, cuando mucho será una inversión —aun trasladando los contratos del aeropuerto de Texcoco—, de 40 mil millones, o sea nos estaremos ahorrando alrededor de 200 mil millones —respondió.
Tras encabezar una asamblea informativa con simpatizantes en Xico, Veracruz, el tabasqueño dijo que el espacio construido podrá utilizarse como oficinas y entregarle una área importante al Ejército en compensación por las 3 mil hectáreas que darían de Santa Lucía.
Las fuerzas armadas, abundó, se quedarían con la pista que está ahora, “y se construirían dos nuevas para la aviación, ya sea para vuelos internacionales y para aviones de carga”.
Afi rmó que el problema de la saturación del actual aeropuerto se puede resolver con su propuesta de dividir las operaciones a las instalaciones militares de Santa Lucía, “sin ese gasto oneroso y tremendo que están haciendo”, y criticó que se desatiendan estudios, como el de UNAM sobre el tipo de terreno en que se está levantando la obra y su impacto ecológico.
La constructora portuguesa alega que su propuesta de 9 mil 517 millones de pesos para la construcciones del centro intermodal fue menor a los 10 mil 410 millones presupuestados por la agrupación aeroportuaria y debió considerarse. A las críticas por estas supuestas irregularidades, se sumaaron Claudia Sheinbaum, hasta ayer precandidata al Gobierno de Ciudad de México y el aspirante priista Mikel Arreola.
La primera aseguró que además del daño ambiental que representa su construcción, al nuevo aeropuerto ahora se le vincula con actos de corrupción, “lo cual es sumamente grave”. “Estoy con la propuesta de López Obrador de que este aeropuerto no tiene sentido, pues hay otras alternativas y eso significaría no cerrar el actual que tiene una inversión muy alta”, sostuvo.
En tanto, el precandidato del PRI exhortó a la SFP a revisar estas supuestas irregularidades y aprovechó para desestimar la propuesta de Sheinbaum de cancelar el proyecto, ya que la capital perdería empleos directos, inversiones y crecimiento.
Agregó que este proyecto contempla más de 50 mil empleos directos y alrededor de mil indirectos, principalmente, para los habitantes de la delegaciones Gustavo A. Madero e Iztapalapa que presentan importantes índices de desempleo local. “Un proyecto de esa magnitud no solo le va a generar beneficios a la ciudad y al país. Todos sabemos que el aeropuerto actual presenta saturación. Cancelar un proyecto de este tamaño no solo se afecta al empleo directo, sino también a la inversión”, manifestó.
Dal Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), pues se está metiendo dinero bueno a algo malo, advirtió Javier Jiménez Espriú, quien sería el Secretario de Comunicaciones y Transportes de Andrés Manuel López Obrador.
En entrevista con MILENIO dijo que “si estuviera bien, lo aceptaremos, pero creemos que hay otras opciones que son más adecuadas a las condiciones del país mucho menos onerosas y más rápidas de instrumentar de lo que se está haciendo, como las dos pistas en la base de Santa Lucía, que sería más rápido y barato”.
Ingeniero de profesión, Jiménez apuntó que “en principio creemos que hay que parar esas obras, pues no tienen una adecuada viabilidad técnica y operativa, independientemente de cómo se hayan hecho las licitaciones, planeación y construcción”. generará el propio aeropuerto ya se ven, como la destrucción de la ecología “al deshacer cerros” para llevar material a los terrenos. “Los técnicos mexicanos señalan con toda certeza que es muy difícil encontrar un sitio más inadecuado al seleccionado para construirlo. Necesitamos hacer la auditoría operativa y de mantenimiento de qué va pasar en el futuro con él”, señaló.
Jiménez argumentó que la la cancelación de las instalaciones actuales, “un patrimonio importante que tenemos y que desecharíamos”, pues en ciudades como Nueva York y París, si bien construyeron nuevos puertos aéreos para acabar con la saturación, los anteriores siguen en uso.