En lo que sí cedió (y no debió) Javier Corral
Me parecen equivocadas las críticas a la negociación entre Javier Corral y Alfonso Navarrete Prida que creen, no entiendo por qué, que el traslado de un preso de una prisión a otra termina con un proceso de juicio.
Hay miles de presos con procesos federales en cárceles estatales y menos, pero hay, presuntos delincuentes en penales federales que tienen procesos estatales. Y muchos atienden su proceso en ambos fueros, común y federal, sin importar donde duermen. Si hubo o no un acuerdo de impunidad se verá en la calidad de los procesos estatales y federales que hoy enfrenta el ex secretario adjunto del PRI.
Me parece, sin embargo, más grave la decisión del gobernador Corral de renunciar a llevar ante la Suprema Corte de Justicia una controversia constitucional que analizara la legalidad de los convenios que Hacienda y los estados firman y que son ejemplo de discrecionalidad, negociaciones políticas, a veces chantaje, y siempre gasto poco transparente. No es poco dinero. Me pasa Leonardo Núñez González, autor de ¿Dónde quedó la bolita?: el año pasado Hacienda distribuyó a los estados 135 mil 963 millones de pesos mediante estos convenios. La Auditoría Superior de la Federación ha señalado que entre 2003 y 2016 se encontraron irregularidades de las cuales no se han podido recuperar 27 mil millones de pesos, el mismo presupuesto, por cierto, que se aprobó este año para el Conacyt.
Así que cuando el secretario Navarrete y el gobernador Corral dicen que “sobre el convenio que ha sido objeto del diferendo entre el gobierno del estado de Chihuahua y el gobierno federal, ambas instancias reconocen la juridicidad de ese instrumento financiero como vehículo para la ministración de recursos a las entidades federativas. En tal virtud, el gobierno de Chihuahua asume el compromiso de declinar su intención de presentar controversia constitucional sobre este particular, en cuanto se confirme la recepción de los recursos”, lo que ambos están manteniendo es una parte de los recursos del estado, que gastan los estados que no están sujetos a más reglas que las que se negocian en una mesa en la Secretaría de Hacienda.
Por cierto, Leonardo que se dedica a esto, me dice que es imposible encontrar los convenios. Sabemos cuánto dan y a quién. Nada más.
Todo indica que gobernadores y Hacienda están felices con el método.
Los ciudadanos quiero pensar que no tanto.