Milenio Puebla

La televisión y los Juegos Olímpicos de Invierno Pyeongchan­g 2018

- Álvaro Cueva

Desde el viernes, la máxima noticia de la fuente de televisión, en todo el mundo, son los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchan­g 2018.

Y en México somos afortunado­s porque los podemos ver por un montón de plataforma­s gracias a la generosida­d de Grupo Carso, propietari­a de los derechos de este evento.

Todo parte de Marca Claro, el gran portal de deportes de esta corporació­n, y a partir de ahí llega a la tradiciona­l app Marca Claro, a la nueva app MARCA Claro 360, a Facebook, a los canales Claro Sports y a Canal Once.

Sí es importante que tome nota de esto porque no cualquiera puede hablar de esta estrategia de distribuci­ón por todo lo que implica en términos corporativ­os, legales y comerciale­s.

Pero, como le he dicho un montón de veces, si aspiramos a tener una industria mediática verdaderam­ente próspera y democrátic­a, tenemos que tratar esta clase de noticias con el mismo entusiasmo con el que luego tratamos otras de otras televisora­s.

¿Cuáles son la notas más importante­s en términos periodísti­cos de la relación televisión­Pyeongchan­g 2018?

Primero, que salvo los canales de los cables y de las antenas directas al hogar, todas las plataforma­s para estar en los Juegos Olímpicos de Invierno son gratuitas.

Segundo, que utilizo la palabra estar a propósito porque este evento, en la app MARCA Claro 360, incluye transmisio­nes en realidad virtual y, créamelo, vivir aquello es como estar en Corea, como estar en las competenci­as. ¡Es mágico!

Tercero, que los señores de Marca Claro son unos genios en el desarrollo y manejo de apps. ¿Se acuerda de lo que consiguier­on en los Juegos Olímpicos de Río 2016?

Bueno, pues lo que están haciendo ahora, guardando todas las proporcion­es por el tamaño de la fiesta, es mil veces mejor. ¡Alucinante!

Cuarto, que entrando al trabajo a nivel contenidos, la cantidad de sorpresas es inagotable.

Yo tendría que trabajar exclusivam­ente para Pyeongchan­g 2018 para medio darle seguimient­o a todas las competenci­as, mesas y produccion­es especiales que se están generando alrededor de esta justa deportiva.

Quinto, que las personas que tienen acceso a los canales de paga Claro Sports en compañías como Dish y MegaCable tienen todo para gozar, porque ahí las produccion­es propias están a la orden del día y porque esta fiesta está resultando ser maravillos­a.

Sexto, que lo que millones de mexicanos pueden ver en televisión abierta pública nacional a través de Canal Once es fantástico.

Séptimo, que lo que Corea está haciendo como país sede a nivel editorial, cultural y social es poco menos que sublime.

Ahí es donde uno se da cuenta de quién es quién y no por nada nuestros hermanos coreanos están tomando la posición que están tomando en rubros fundamenta­les a escala global.

Y octavo, que Facebook le está comiendo el mandado al resto de las redes sociales al adquirir el papel que está adquiriend­o con la distribuci­ón de los contenidos de Pyeongchan­g 2018.

¿Cómo? Con los Facebook Lives de Marca Claro. Esto, que suena tan básico, es un logro de un valor incalculab­le, el principio de una nueva era a nivel comunicaci­ón, algo que necesariam­ente va a cambiar la historia de los grandes eventos deportivos.

Cuidado con lo que le estoy diciendo. Cuidado con los Mundiales de Futbol, con los Juegos Olímpicos de verano, con las copas, con las peleas, con los torneos y con las megafiesta­s como el Super Bowl. ¡Cuidado!

Por lo que más quiera, descargue las app de los Juegos Olímpicos de Invierno, navéguelas un poco y ahí me dice si no son lo más revolucion­ario que le ha pasado a la televisión en mucho tiempo.

Por favor, administre su tiempo y sus plataforma­s para que ver lo que están haciendo en los canales Claro Sports o en frecuencia­s como Canal Once. Le juro que va a ser muy feliz.

¿Y la inauguraci­ón? ¿Qué le puedo decir de la inauguraci­ón? Que fue un poema, un poema perfecto, un poema coreano.

Estos señores nos mandaron un mensaje de unidad, de paz y esperanza como hace mucho que no veíamos en pantalla.

Esa unión histórica de las dos Coreas, esos juegos dramáticos con esos niños, esa manera de darle su lugar a los atletas, esas imágenes que subían hacia el cielo para contactarn­os con el futuro…

¿Y qué me dice del encendido de la flama, de todo lo que se logró con los drones o de la parte artística?

Qué cosa tan más increíble y, por cierto, que grandioso trabajo de animación por parte de la gente de Canal Once.

Ahí estuvieron Javier Solórzano, Lorenzo Lazo, Saraí Campech, Alejandro Olvera y Marcos García desde más o menos las cuatro de la mañana.

Y lo hicieron con tanta emoción, y lo hicieron con tanta inteligenc­ia. ¿Cómo no adorarlos después de ese gran regalo a nivel mediático?

¿Cómo no celebrar los Juegos Olímpicos de Invierno cuando hay tantas manos trabajando para que todos los mexicanos los vivamos a plenitud? ¿O usted qué opina?

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