Total promete darle un mejor uso a su ganancia
Tras recuperarse el precio del energético los 5 mayores grupos de gas y crudo generaron más de 57 mil mdd de utilidades a lo largo del año pasado
Las compañías petroleras vuelven a ganar dinero, y mucho. Los cinco grupos de gas y petróleo más grandes del mundo generaron más de 57 mil millones de dólares de utilidades el año pasado, más del doble de lo que lograron en 2016.
Esas son buenas noticias para los accionistas a medida que se acelera el ritmo de la recuperación después de una larga crisis. Pero el director de una de esas empresas dice que ahora la industria debe demostrar que puede hacer un mejor uso del superávit de efectivo en comparación como lo hicieron durante el último ciclo de crecimiento.
Patrick Pouyanné, director ejecutivo de Total, dice que los inversionistas tienen que estar convencidos de que con el precio del petróleo una vez más por encima de 60 dólares por barril, los productores no van a regresar a los gastos imprudentes y la inflación de costos de los años de auge antes de que se desplomaran los precios del crudo en 2014.
“Esta es una carga para el sector de gas y petróleo porque hay inversionistas que recuerdan cuando el precio estaba a 100 dólares por barril y el gasto de capital aumentó de 15 mil mdd al año a 30 mil millones de dólares sin ningún incremento en los dividendos o rendimientos”, dice. “Así que queremos responder a eso; en Total, si tenemos un aumento de precios, parte de eso se va a devolver a los accionistas. No vamos a tener un enorme programa de gasto de capital. Vamos a mantener la disciplina”.
Una retórica similar surge de otras grandes petroleras, pero ninguna se comprometió de una manera tan firme como Total, que la semana pasada prometió aumentar 10 por ciento su dividendo en los próximos 10 años y recomprar hasta 5 mil mdd en acciones.
Biraj Borkhataria, analista de RBC Capital Markets, dice que con los resultados del cuarto trimestre el grupo francés fue el “claro ganador” entre las grandes petroleras, compitiendo con Royal Dutch Shell por el rendimiento de los accionistas, pero con un mayor crecimiento en las actividades de exploración, extracción y producción.
Total fue más resistente que la mayoría de sus rivales a lo largo de la crisis porque ya había comenzado los recortes de costos antes del desplome de los precios del crudo. “Christophe de Margerie vio que los costos estaban fuera de control”, dice Iain Reind, analista de Macquarie, al referirse al ex director ejecutivo de Total que murió en un accidente aéreo en Moscú en 2014.
Pouyanné continuó con el empuje de eficiencia cuando asumió el cargo y actualmente los costos son 45 por ciento más bajos que hace tres años. Al mismo tiempo, la producción de gas y petróleo aumentó un quinto a medida que los nuevos desarrollos comenzaron a trabajar.
Se pronostica que la producción seguirá creciendo a un promedio de 5 por ciento anual hasta 2022 con la ayuda de la adquisición por 7 mil 450 mdd de la mayoría de los activos del Mar del Norte de la danesa AP Moller-Maersk, el cual debe completarse en las próximas semanas.
Cuando se anunció el acuerdo en agosto pasado tomó por sorpresa a la industria porque otras grandes petroleras reducían su presencia en la madura cuenca del Mar del Norte, pero Pouyanné dice que la combinación con los activos existentes de Total en Reino Unido y Noruega van a crear economías de escala. “Es mejor jugar con nuestras fortalezas que llenar los huecos”, dice, presentando un contraste con las fallidas incursiones pasadas de Total en el gas de esquisto de Estados Unidos y las arenas bituminosas de Canadá. “El Mar del Norte es nuestro jardín, así que lo conocemos muy bien... los campos en tierra en EU no son un buen jardín para Total. Vamos a dejar que otras personas lo hagan”.
Además del Mar del Norte, Pouyanné identifica como las fortalezas de Total las aguas profundas de Brasil, el Medio Oriente, África y el gas natural licuado. Este último, un negocio que se fortaleció en noviembre mediante la adquisición por mil 500 millones de dólares de los activos de gas natural licuado de Engie, el grupo francés de servicios públicos. El acuerdo llevará a Total a ubicarse en el segundo sitio en el mercado global de gas natural licuado, solo detrás de Shell.
La presencia del Estado francés como accionista en Engie provocó rumores de una participación política para mantener los activos de gas natural licuado en manos nacionales. “Absolutamente no”, dice Pouyanné, aunque admite que informó al presidente Emmanuel Macron poco antes de que se diera el anuncio del acuerdo como una señal de su importancia estratégica.
Dice que negoció directamente con su contraparte en Engie, Isabelle Kocher, y se movió rápidamente para evitar la competencia de BP. El acuerdo de Maersk se desarrolló de manera similar, con conversaciones entre Pouyanné y un círculo cerrado de lugartenientes de alto nivel y logrando un acuerdo en cuestión de semanas.
El estilo práctico de negociación es típico de Pouyanné. “La forma como trabajamos es una gran maquinaria, pero en la parte superior de la compañía podemos movernos como un equipo pequeño”, dice. “Si quieres mantener las cosas en secreto tienes que moverte rápidamente”.
Hay capacidad para que Total realice más acuerdos con una relación de deuda a capital del grupo de 14 por ciento, la más baja entre las grandes petroleras. Un presupuesto hasta de 2 mil millones de dólares se asignó para adquisiciones netas en el plan financiero que se estableció la semana pasada, y Pouyanné dice que el fondo va a aumentar mediante la venta de activos menos competitivos.