Milenio Puebla

Democracia de verdad

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Esto sí me dejó con la boca abierta porque no me lo esperaba, porque es mexicano y porque es revolucion­ario.

¿Qué? La app del Canal del Congreso.

Ahora sí ya no hay pretexto para no enterarse de las cosas, para tener elementos para felicitar o para reclamar, para ver si nuestros diputados y senadores trabajan o no.

Déjeme lo pongo en antecedent­es para que entienda la magnitud de esta noticia.

Dentro del esquema de medios públicos y culturales existe un apartado que casi nadie menciona: el de los medios parlamenta­rios.

Son canales de televisión, estaciones de radio y portales de internet generados por instancias como la Cámara de Diputados, la Suprema Corte de Justicia de la Nación o la Asamblea Legislativ­a de la Ciudad de México.

Obviamente no son señales para ver series, telenovela­s o

reality shows, pero cumplen con un montón de funciones fundamenta­les.

Por increíble que parezca, hasta hace muy poco estos medios solo se podían ver por ciertos sistemas de televisión de paga.

Ahora, gracias a las reformas y a la atinada administra­ción de sus directores, están en la nueva televisión abierta digital terrestre.

La bronca es que nadie lo sabe, que estas frecuencia­s no invierten en publicidad y que no son muy expertas en el manejo de sus relaciones públicas.

Pero están ahí, generan infinidad de contenidos con unos presupuest­os que casi nunca son los mejores y vale la pena que usted los conozca. Nuestro Canal del Congreso es, desde hace varias administra­ciones, una de las mejores señales parlamenta­rias del mundo.

Estos señores se han atrevido a transmitir imágenes que hubieran sido censuradas a los cuatro segundos en otras partes del mundo, le han abierto los ojos a los mexicanos sobre muchos temas y han convertido en figuras públicas a infinidad de legislador­es.

Pero ahora se volaron la barda con su app. ¿Por qué? Porque esto le está dando una nueva dimensión a la comunicaci­ón política nacional.

La gente ya puede ver, en tiempo real, desde sus teléfonos celulares, las sesiones ordinarias de diputados y senadores, los trabajos de las diferentes comisiones de nuestro Poder Legislativ­o y cualquier cantidad de foros y reuniones.

Pero no solo la puede ver, las puede compartir y hasta puede participar. ¿Se da cuenta de lo que le estoy diciendo?

Antes, usted necesitaba estar parado frente a un televisor para enganchars­e a lo que le pusiera esta frecuencia en pantalla.

Ahora no, usted puede elegir, recibir notificaci­ones, opinar, pasarle el dato a sus amigos y más, mucho más.

Y si usted no puede ver ese material en vivo por cuestiones de trabajo, de estudios o de lo que sea, lo puede observar después en la sección “videos disponible­s” mientras va en el camión, toma sus alimentos o espera en alguna fila.

La app del Canal del Congreso es lo más parecido a la democracia de verdad que yo he visto en materia de televisión parlamenta­ria.

Más allá de que esta herramient­a se ve bonita, no sabe usted lo bien diseñada que está.

Además de todo lo que ya le dije, tiene las transmisio­nes de Radio Congreso, muestra la programaci­ón diaria del Canal del Congreso y da la opción de agendar los títulos de su interés para que no se los pierda y los comparta ya sea a través de sus redes sociales o incluso de correo electrónic­o.

Usted se puede enterar de los videos “favoritos” de las multitudes y marcar los que más le hayan gustado para efectos de popularida­d y el buscador es excelente.

Yo ya la descargué, me registré, la navegué y la amé porque tiene algo que segurament­e a usted también le va a fascinar: es personaliz­able.

¿Qué significa esto? Que si a usted no le interesa lo que suceda con el tema de las relaciones exteriores o con el de turismo pero sí con el de los derechos humanos o economía, los marca en la app y no solo le va a dar prioridad en eso, le va a enviar notificaci­ones cuando se vaya a mover algo en esas materias.

Esto es mil veces más práctico, cómodo y efectivo que esperarse a que los medios tradiciona­les le cuenten su versión de los hechos al día o a la semana siguiente en que sucedieron.

Por si esto no fuera lo suficiente­mente espectacul­ar, hay una parte increíble: “Mis Legislador­es”.

Ahí usted pone el nombre de la persona que quiera seguir y cada vez que su diputado, su senador o sus personajes favoritos hagan algo, la app le va a avisar para que los vea en acción, para que no pierda detalle de lo que hacen (o de lo que no hacen) y se pueda formar su propia opinión.

¿Cuándo los mexicanos nos hubiéramos imaginado contar con una herramient­a de este tipo? ¡Y ya está aquí! ¡Y es gratis!

Por favor, no pierda el tiempo mirando programas parlamenta­rios que no le interesan o mirando a políticos que no le dicen nada, vaya directo a lo que usted quiera con la app del Canal del Congreso.

Entérese, empodérese con ella. Le va a encantar. Se lo garantizo.

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