#METOO CHAFA
“ES MUY BIZARRO VER CÓMO LA GENTE SE SOLIDARIZA CON LAS ESTRELLAS DE HOLLYWOOD Y ES INDIFERENTE HACIA LAS VÍCTIMAS DE ACOSO EN MCDONALDS”: JOHN WATERS
El 5 de octubre del 2017, la actriz Ashley Judd acusó al productor Harvey Weinstein de acoso sexual. Así comenzó a destaparse una serie de casos en el mundo del showbusiness que motivó el movimiento #MeToo, que busca hacer justicia para las mujeres que han sido víctimas de hombres aprovechados.
Dentro de todos los casos presentados, es interesante el de James Franco, quien el 7 de enero de este año ganó el Globo de Oro al Mejor Actor de Comedia, por
The Disaster Artist. Ese mismo día fue señalado en Twitter por Violet Paley por “acoso y comportamiento sexual inapropiado”. Le siguió Sarah TitherKaplan. James dijo que las acusaciones “no eran precisas”. Recibió su Globo de Oro portando el pin de Time’s Up. La actriz Scarlett Johanson exigió que “le devolvieran su pin”.
Para no calentar los ánimos, Franco no acudió a los Critic Choice’s Awards el 12 de enero, donde ganó pero despertó sospechas por su ausencia. Reapareció en los SAG Awards, en donde no ganó y nadie se le acercó. El 23 de enero, en el programa Good Morning America, Sarah dijo de Franco: “James no es Harvey, no es un monstruo sin sentimientos ni sentido de la realidad. Es un hombre talentoso y valorable”, pero también afirmó que en sus clases “creaba ambientes explotadores para personas que no eran celebridades y con la condición de darles trabajo”. Todo esto le bloqueó su nominación al Oscar justo cuando la industria apenas empezaba a tomarlo en serio.
La copia mexicana del movimiento estadunidense contra el acoso a las mujeres que trabajan en el medio artístico ha sido chafa por el modo en que lo han contado. Por un lado, sin detalles específicos y nombres, para tener la historia completa. Por el otro, debido a cuestiones de interpretación de lo sucedido.
La iniciadora fue Karla Souza, quien el 20 de febrero le dijo a la periodista Carmen Aristegui que “un director mexicano la violó”, sin revelar el nombre del agresor. Televisa decidió que Gustavo Loza era el culpable y rompió con él sus relaciones comerciales. Loza negó su culpabilidad, declaró que conoce a Karla desde hace ocho años (cuando escribieron juntos Los héroes del norte) y que tuvieron una relación consensuada. Karla calló y sigue callando.
Poco después se divulgó una entrevista que le hizo Eugenia Debayle en agosto de 2014 para EstiloDF, donde declaró: “Yo veía un productor que quizá yo le gustaba, yo usaba esa relación para en algún momento tal vez recibir algún papel o alguna promoción por parte de él”. Karla se desconectó un buen rato de las redes sociales y regresó, rompiendo el silencio… ¡para hablar de su bebé con el banquero texano Marshall Trenkman!
Sabina Berman, con Carmen Aritegui, denunció que un miembro del equipo de Reza Castings “acosó a niñas entre 12 y 14 años, pidiéndoles que se desnudaran, acostaran sobre el piso y abrieran las piernas” para la filmación de Gloria (de la que ella es guionista). Christian Keller (director de la cinta), Sofía Espinosa (protagonista) y varios actores y actrices que participaron (Argelia Ramírez, Vanessa Vauche, Claudia Ramírez, etc.) redactaron una carta para negar tal acusación. Berman se retractó, diciendo que se trataba de “alguien de arte” (otra vez sin decir nombres ni denunciar penalmente), pero se vio valiente y se atrevió a dar el nombre una persona real, que asegura abusó sexualmente de ella: José María Fernández Unsaín… quien ya falleció.
La standopera Sofía Niño de Rivera acusó hace unos días al periodista Ricardo Rocha de acercarse demasiado a ella durante una entrevista: “Me tocaba el brazo, la espalda. Eso me incomodaba muchísimo”. En el video, que se encuentra en YouTube, se ve cómo se acerca, pero no se distinguen tocamientos con intenciones truculentas .
El acoso es un problema grave porque todo el tiempo sucede, en todos los ámbitos, no solamente en el medio artístico, aunque es aquí donde se ha hecho más visible debido a la popularidad de las y los protagonistas de las denuncias. Por ello merecemos un movimiento serio, diferente al que se está dando en México, en donde todo queda velado, nada se puede comprobar, hay demasiados intereses alrededor que confunden a la población en lugar de ayudarlas a entender qué sí es y qué no es acoso.