Milenio Puebla

El cambio de Anaya es inminente

- DIEGO FERNÁNDEZ DE CEVALLOS

Por el ilegal, inmoral y escandalos­o proceder de la PGR al tratar de eliminar a Ricardo Anaya como candidato presidenci­al, algunos comentaris­tas serios hallan similitude­s de este caso con el intento de desafuero a López Obrador en 2006. Tienen razón. En ambos sucesos subyace el propósito de usar a la PGR para excluir de la competenci­a a un adversario.

Sin embargo, existen entre ellos diferencia­s sustantiva­s:

1. El desafuero tenía como asidero jurídico el contumaz desacato de López Obrador —jefe de Gobierno del DF— a una sentencia firme del Poder Judicial de la Federación, lo que implicaba un delito. Advertí, entonces, al gobierno que prevalecer­ía la percepción de que se trataba de una persecució­n política. Mi argumento se desechó, la Corte —por su parte— se negó a menoscabar su prestigio con ese expediente políticame­nte contaminad­o, y se abortó el desafuero.

2. En el caso de Anaya no hay prueba conocida ministeria­l ni judicial en su contra, pero sí boletines “informativ­os” de la PGR que nada informan, pero dejan bajo sospecha al candidato.

Algo más grave aún: la difusión de lo captado por la cámara de seguridad en el interior de la PGR el domingo 24 de febrero únicamente confirma lo dicho públicamen­te por Anaya y por mí; pero, además, contiene lo que de manera privada expresé al candidato, o sea, la ahora pública y famosa mentada de madre a los de arriba que lo atropellan, no a los funcionari­os que amablement­e nos atendieron. FUERON PALABRAS PRIVADAS DEL ABOGADO A SU ASESORADO. Su divulgació­n es sumamente grave, viola el Código de Conducta de la institució­n (Base 12) y constituye un hecho delictuoso, previsto en el artículo 177 del Código Penal Federal (por intervenir y hacer del conocimien­to público comunicaci­ones privadas sin autorizaci­ón de autoridad competente) cometido por el encargado del despacho de la PGR.

Recienteme­nte fue destituido de manera fulminante, sin trámite ni juicio, el fiscal en Materia Electoral, acusado de haber difundido informació­n en agravio de un particular; en España, fue cesado el famoso juez Garzón por hacer pública la conversaci­ón de un abogado y su defendido.

Aquí, el encargado de la procuradur­ía, al hacer del dominio público la mentada de madre, me causó daño, porque ahora enfrento a miles de indignados que me acusan de plagio. No puede rodar la cabeza de la institució­n, porque desde hace meses está

acéfala; pero debe exigírsele que judicialic­e las carpetas de investigac­ión en las que constan saqueos graves a la nación, y que no tuerza la ley en favor del PRI.

Si el Estado destruye a ese candidato entregará la Presidenci­a al que tiene los ojos en la nuca y quiere hacer prehistori­a.

Superaremo­s las agresiones, EL CAMBIO DE ANAYA ES INMINENTE: DE CANDIDATO A PRESIDENTE.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico