COLOSIO, PRESENTE; EL PRESIDENTE, AUSENTE
Arropado por los más connotados liderazgos priistas y ante los gritos de cientos de militantes, el ex secretario de Hacienda ofrece construir juntos un “México chingón”
En ausencia del presidente Enrique Peña Nieto, pero arropado por los más connotados liderazgos priistas, el candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, encabezó como orador único la conmemoración del 89 Aniversario del PRI y en el acto invocó espíritu y discurso de Luis Donaldo Colosio, abatido hace 24 años durante su campaña presidencial.
“Hay en México legítimas expresiones de enojo y decepción, hay en México un fundado reclamo, malestar e indignación por la inseguridad y la violencia, por la impunidad y la corrupción”, arengó Meade, al tiempo de reconocer “grandes aciertos”, pero también “grandes errores” de los gobiernos del PRI.
Al llegar a la sede nacional del partido, el candidato sin militancia se dirigió al templete para saludar a los cinco mil priistas convocados por sectores y organizaciones del tricolor, y acto seguido bajó a estrechar la mano de los invitados especiales de primera fila: Enrique Ochoa, Miguel Ángel Osorio, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa, Beatriz Paredes, César Camacho y María de los Ángeles Moreno, entre otros.
Juana Cuevas, la esposa del aspirante presidencial, así como su padre, Dionisio Meade, ocuparon lugar entre Ochoa y Osorio, e inmediatamente detrás de ellos los secretarios de Hacienda, José Antonio González Anaya; de Salud, José Narro; de Energía, Pedro Joaquín Coldwell; de Agricultura, José Calzada, y de Desarrollo Social, Eviel Pérez.
Desde la zona VIP, funcionarios y gobernadores, además de los dirigentes sindicales Carlos Aceves del Olmo, de la CTM, y Carlos Romero Deschamps, del sindicato de trabajadores petroleros, escucharon el discurso de Meade centrado en gran parte en el combate a la corrupción.
En las gradas, la militancia del Revolucionario Institucional cumplía más de tres horas desde su arribo, pero como recién llegados acompañaban con vítores las palabras de su abanderado.
Para el acto se ocupó solamente la mitad del estacionamiento de la sede nacional del PRI
“¡Mé-xi-co chin-gón!”, “¡Mé-xi-co chin-gón!”, “¡Mé-xi-co chin-gón!”, fue una de las arengas durante el mensaje de Meade, quien asumió como suyas las palabras y dijo:
“Lo vamos a construir juntos ese México chingón. No hay cortina de humo que valga, el que la hace debe pagarla”.
El candidato aprovechó su condición de local y arremetió una, dos y varias veces contra sus adversarios en la contienda, Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador, sin mencionarlos por sus nombres.
Las frases “no vamos a permitir que regrese un México de caudillos ni de mesías” y “ningún candidato puede usar la contienda para lavar sus culpas y su dinero” fueron las más celebradas y aplaudidas por los priistas.
En contraste con otras convocatorias recientes del PRI, el espacio para el acto de ayer se delimitó a la mitad del estacionamiento y se habilitaron lugares para unas 5 mil personas.
No hubo filas de camiones en las inmediaciones del búnker de Insurgentes Norte, ni las banderas y matracas que han definido parte esencial del gen priista.
Solo 44 minutos duró la conmemoración del 89 Aniversario del PRI, de los cuales 28 ocupó Meade para leer su discurso y convocar a todos los candidatos del partido a intensificar esfuerzos y jalar parejo rumbo a las elecciones del próximo 1 de julio.