Con espacio para todos
Nos lanzamos a una aventura diferente en la que de la mano de un astronauta, David Bowie y colegas, literalmente, de mucho peso, teníamos la misión de demostrar las capacidades de este vehículo que prometía, en su ficha técnica, cargar con hasta siete pasajeros con comodidad, buen rendimiento de combustible y la agilidad para conquistar las caóticas calles de la Ciudad de México. ¿Lo conseguimos? Estás a punto de averiguarlo.
Eran cerca de las 18: 00 hrs en Polanco y hay que tener valor para hacer una prueba de manejo en el ombligo del caos, bueno pues el staff de Honda los tiene y sin más nos dejó sueltos en la selva de concreto. La misión encontrar a David Bowie.
BR-V ya se comercializa en nuestro país en la versión Prime con un costo de 346 mil 900 pesos y más adelante se sumará el modelo Uniq, con un costo menor.
Ambos están impulsados por un motor de cuatro cilindros 1.5 litros, que entrega una potencia de 118 caballos de fuerza, con un empuje de 107 lb- pie acoplado a una transmisión automática CVT.
Una vez que encontramos nuestros respectivos lugares constatamos que no es una broma el espacio interior prometido, siete personas de diferentes tallas y medidas cómodamente instaladas, con materiales interiores agradables a la vista, resistentes y fáciles de limpiar.
El panel de instrumentos es práctico y fácil de usar a través de una pantalla de 6.1 pulgadas que muestra los diferentes comandos a nuestra disposición, con una conectividad fácil e intuitiva.
Sorteamos las calles con inesperada agilidad, ganábamos cada centímetro a nuestra disposición y daba la impresión de que teníamos un propulsor de mayores capacidades.
Los retos de un “troll” de nuestras redes sociales le pusieron la sal y la pimienta a esta prueba de manejo, el reto de una pendiente con la “casa llena” fue librado sin problemas, la aceleración fue óptima y dejamos a más de un taxista mordiendo el polvo en el semáforo, mientras que para el reto de la tercera fila dejamos por unos instantes el volante y fuimos sorprendidos por el espacio y confort que encontramos, no es de adorno.
La seguridad viaja a bordo de este vehículo y pareciera no ser suficientes sus bolsas de aire para conductor y co-piloto. Sin embargo, la resistencia de su estructura le ha valido las menciones de seguridad más altas en los crash- test más rigurosos.
Bowie nos esperaba paciente en la iglesia de Polanco y no pudimos invitarlo a subir, para cantar a todo pulmón: Space Oddity. Misión cumplida, hay pruebas de manejo más divertidas que otras.