Un nuevo TLC aumentaría las exportaciones en 15%
Kenneth Smith Ramos conoce desde las tripas el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. El actual jefe de la negociación técnica del TLC tenía 22 años cuando se sumó al equipo de Herminio Blanco, Luis de la Calle y otros, en medio de la primera negociación, análisis y configuración de este acuerdo que hoy está en revisión.
Su contraparte estadunidense, John Melle, tuvo la misma trayectoria y se conocen desde aquel momento y han estado trabajando y sumando propuestas estas dos últimas décadas. Se leen a la perfección y ambos saben cuáles eran las raíces del tratado y cómo capotear las presiones políticas actuales sobre un acuerdo que pocos conocen tanto como ellos dos.
De padre irlandés y madre mexicana, Smith es uno de los funcionarios más optimistas con respecto a la renegociación y suelta de memoria un rosario de cifras de por qué sí se va a terminar llegando a un acuerdo y por qué cada vez está más lejana la posibilidad de que EU decida abandonar el bloque económico más grande y activo del planeta.
“Estamos trabajando en dos canales paralelos. En uno se tratan los temas más difíciles, como el automotriz, la solución de controversias o la cláusula de extinción, y en otro canal paralelo estamos avanzando a buen ritmo en los capítulos de modernización para una economía global que ha cambiado”, cuenta el propio Smith. Mientras justo esos capítulos —que detonaron la renegociación— siguen en la mesa, la intención de su equipo (integrado por más de 300 personas, entre sector público e IP) también es volver más incluyente esta nueva versión del tratado, una que abra oportunidades a nuevas regiones del país, a nuevas Pyme para que “el tratado nuevo beneficie a más personas en el país”. A pesar del ‘libre comercio’ siempre se han mantenido algunas barreras arancelarias (sobre todo en el sector del campo), “creo que si nuestro comercio creció seis veces durante el TLCAN, podría haber crecido en realidad ocho veces. En un tratado más moderno habría sectores —como agro, alta tecnología o dispositivos médicos— donde pueden incrementar sus exportaciones de 10% y 15% al año”, abunda Smith.
Hasta ahora hay seis de 30 capítulos cerrados, más cuatro anexos sectoriales, y todos están trabajando para la siguiente ronda de abril en Washington, donde cerrarán otros 13 o 14 capítulos más. ¿Se logrará un acuerdo antes de las elecciones de julio? “Hemos sido claros siempre que no vamos a apresurar un cierre ni por razones políticas domésticas en México ni por las elecciones en EU de noviembre. Lo cierto es que hay luz al final del túnel y vamos a tener un resultado positivo”, afirma el funcionario de la SE.