Innovación en los destinos inteligentes
D ando continuidad al tema sobre destinos inteligentes, en esta colaboración tocaremos la parte de la innovación: sin duda alguna de igual importancia que el eje tecnológico y, personalmente, el gran reto de los destinos mexicanos, pues introduce el necesario replanteamiento de todo el sector turístico, partiendo del turista como eje central e inspirador, es decir, la disrupción turística; este cambio de paradigma implica nuevos modelos de negocio empresariales, esquemas distintos de comunicación y, ante todo, busca el bienestar de los turistas en todos los sentidos.
Los destinos turísticos que no tengan en cuenta la necesidad imperante de innovar y no cuenten con la capacidad de adaptación ante esta nueva realidad “desde la perspectiva de los expertos” perderán su posición en el mercado con el tiempo y de manera progresiva. Gran dilema, pues el innovar supone alterar la naturaleza de las cosas, cambiar o modificar lo existente con el fin de incrementar valor y brindar ofertas turísticas diferenciadoras: la innovación por supuesto tendrá que ser rentable para las organizaciones.
Pensando en el sector turístico, una consideración esencial que tienen en mente los gestores del destino y el tejido empresarial, es incrementar la fidelidad y gasto promedio a través de la innovación (suele encontrarse por norma que la innovación se asocia a las TIC).
De igual forma se debe hacer una reflexión “respecto a lo innovativo” que permita mejoras en la promoción, distribución y comercialización de servicios, con productos más personalizados y alineados a los viajeros, así como en los procesos de trabajo dentro de las organizaciones turísticas.
Si tomamos como base la definición de innovación como «cualquier cambio basado en el conocimiento capaz de generar valor», se comprende que involucra valor en las empresas, en los turistas y, por supuesto, para los destinos y el territorio donde se localiza éste. En ocasiones innovar puede resultar complejo o confuso, pero un buen inicio es cuestionarlo todo con la voluntad de transformar, mejorar, cambiar productos y servicios turísticos para generar más valor económico, social, medioambiental y humano.
Algunos elementos que determinan el sentido y la fuerza de la innovación en el sector turístico se pueden indicar a la competencia y, por supuesto, a la evolución del mercado: no queda otro camino más que innovar, que por cierto es una ruta de éxito hacia la consolidación del destino turístico. Particularmente no contemplo un destino inteligente con ausencia de innovación: estaríamos ante una utopía.
Otra particularidad del sector en relación a la innovación es la conformación del sector turístico en México, si bien tenemos en el territorio nacional grandes corporativos internacionales, sabemos que aproximadamente el 60 por ciento del tejido empresarial son pequeñas y medianas organizaciones, muchas de ellas familiares, con plantillas de personal y presupuestos restringidos, por lo cual la innovación en muchas ocasiones surge como respuesta a necesidades muy concretas que buscan resolver los problemas que se presentan día a día, y no son el resultado de la puesta en marcha de departamentos de I+D+i, o bien de grupos especializados de trabajo. Para esta tipología de empresas en ocasiones considerar la consultoría en temas de innovación, al parecer, sale de su esquema de trabajo. Sin embargo, el innovar debe ser un must para todas las organizaciones en un destino inteligente, no importando el tamaño de ésta: debemos reinventarnos constantemente en un destino inteligente.