¿QUÉ TIENE DE MALO SPIELBERG?
En el futuro el mundo será decadente, sucio y hacinado, y la única diversión de los humanos será conectarse a un mundo virtual llamado El Oasis: ahí, usted podrá ser lo que quiera. ¿Desea volar? Podrá hacerlo. ¿Manejar el Batimóvil? Sin problema alguno. ¿Es usted un godínez enclenque y desea ser un hombre musculoso, armado hasta los dientes? ¡Claro que se puede! Todo es cosa de desearlo. En pocas décadas todo el mundo estará conectado al Oasis, lugar creado por un genio de la computación de nombre James Halliday. Una droga virtual para un mundo que no tiene esperanza. Con esta premisa comienza Ready
PlayerOne, la nueva película de Steven Spielberg basada en el libro homónimo de Ernest Cline. Dicho Oasis tiene reglas específicas: mientras más tiempo pase usted dentro, más privilegios tendrá. En vez de ser un karateka normal, podría ser Bruce Lee. En vez de tener un auto como todos, podría poseer el DeLorean de VolveralFuturo. Entender las reglas del Oasis lleva tiempo, pero con un poco de suerte podrá tener privilegios que se reflejarán en el mundo real: el dinero que gane online, podrá hacer que tenga comida offline. ¿Quién no querría pasar todo el tiempo que pudiera en este lugar?
Sin embargo, el día que su creador muere, revela un secreto sobre el Oasis: hay tres objetos escondidos dentro del programa y quien los encuentre será el dueño absoluto de todo este mundo virtual. Bastante tentador, ¿no?
Una película que solo Spielberg pudo hacer
La crítica odia a Steven Spielberg. Busquen ustedes en las listas de directores sobrevalorados en el mundillo de Hollywood y en todas ellas estará Spielberg. La opinión general es que se trata de un director que prefiere las historias fáciles y sentimentaloides en las que la amistad y las buenas intenciones pueden salvarlo todo, pero hay que reconocer que el público lo ama y que muchas de las películas de este director son de culto para la cultura pop. E.T.,Indiana Jones,JurassicPark,Tiburón,LosGoonies: clásicos que nos recuerdan una época en la que uno podía agarrar el mecate de la azotea y hacerlo sonar como el Dr. Jones mientras capturaba nazis. Spielberg sabe hacer películas épicas que se disfrutan con un buen bote de palomitas.
Pero aquella época de los ochenta y noventa, de los grandes clásicos de Spielberg, quedó atrás. El mundo cambió y los grandes estudios optaron por historias más oscuras. El mismo Spielberg cambió su manera de dirigir: en este 2018, su cinta ThePost estuvo nominada para varios premios de la Academia, con una trama que se aleja mucho de los dinosaurios modificados genéticamente. Por eso resultó una sorpresa cuando se anunció que el director de 71 años sería el responsable de adaptar ReadyPlayerOne: una novela para la generación millennial, más cercana a los videojuegos que a lo que había venido haciendo Steven.
La razón para escogerlo fue muy sencilla: Ernest Cline, el escritor del libro, detalló cientos de personajes y objetos que forman parte de la cultura pop estadunidense. Batman, Chun Lee, King Kong, Godzilla, Minecraft, Mortal Kombat, las Tortugas Ninja y un largo etcétera. Todos ellos son parte esencial de la historia y conseguir los derechos de cada uno de ellos iba a ser una labor titánica que requeriría un ejército de abogados, así que Warner Bros. jugó diferente: contrató al director más querido de la industria. En vez de mandar un abogado, Spielberg levantaba el teléfono para pedir que le permitieran usar a, digamos, Marty McFly. Todos le dijeron que sí.
El resultado es un agasajo visual: pocas veces se ha visto tal cantidad de referencias pop conviviendo en una misma película. Y además, el golpe fue doble: los jóvenes amarán toda la estética de videojuegos y mundos virtuales, mientras que los más viejos trataremos de reconocer todas las referencias a otras décadas. Son innumerables y estoy seguro que muy pronto saldrán libros completos tratando de desentrañar los secretos de la cinta.
Here’sSteven
Quienes ya vieron la cinta, que se estrena este viernes a nivel mundial, coinciden en que Steven Spielberg regresa a la gloria de sus clásicos. Mi sugerencia es que vaya a verla sin prejuicio alguno y sin afán de encontrar una trama muy compleja. Vamos: como ya hemos dicho, esta cinta se trata de resolver un conflicto y en la que los buenos triunfan. Recuerde cuando lo llevaron a ver las aventuras de Indiana Jones y disfrútela: le garantizo que se transportará a su infancia.
Pero, sobre todo, le recomiendo que ponga mucha atención a cierta secuencia a media película. No voy a arruinar la sorpresa, pero sabrá de inmediato a cuál secuencia me refiero. Es tremenda. Es la magia de Spielberg, que está de vuelta.