La osteoteca del INAH,
un niño, hallada en el atrio de la Parroquia de Santo Domingo en Zacatecas, que conserva el atavío de un santo como correspondía a las costumbres, con sus manos entrelazadas sobre el pecho.
La segunda caja presenta otra momia de un niño, enterrada en la era prehispánica y colocada en forma fetal. Fue hallada en una cueva. “En la época colonial los cuerpos se sepultaban en las iglesias y en dirección al altar para que el día de la resurrección pudieran levantarse y seguir a Jesús. Los pueblos antiguos de México llevaban a sus muertos a una cueva y ahí hacían una ceremonia durante algunos días para que el espíritu no regresara a inquietar a los vivos. Son dos concepciones completamente distintas”, dice el especialista.
Se conservan 300 huesos con deformaciones y patologías, además de 3 mil dientes prehispánicos con mutilaciones o incrustaciones. Hay dentaduras talladas en formas de triángulo o con varios picos, otros con piedras preciosas incrustadas, así como un grupo de cráneos deformados. “Nuestros ancestros tenían un conocimiento anatómico del diente y de todo el cuerpo. Por ejemplo, ahora los odontólogos sacan una radiografía para saber hasta dónde pueden trabajar la pieza; aquellos no, por lo que hacían estas modificaciones con una navaja pero con perfecto dominio de la anatomía”.
La doctora Lourdes Couoh lleva un día armando el cráneo de un niño: las decenas de fragmentos son unidos con pegamento blanco y tiras de papel azul. Explica que su proyecto se propone integrar el análisis de la microestructura dental al análisis morfoscópico. Pone de ejemplo el pequeño que tiene entre sus manos: “Al analizar en el microscopio el esmalte dental, que se forma siguiendo un ciclo circadiano, o sea cada 24 horas, podemos hacer una estimación de la edad a la que murió el infante y también saber si hubo un estrés fisiológico; si lo hubo, podemos ver alteraciones en ese crecimiento mineral”.
Para ella, el acervo osteológico de México es fundamental porque “es interesante ver tipos y calidad de vida, cuestiones de envejecimiento en la población mexicana que es mestiza y ver qué tanto cambiamos. Estos huesos nos lo dicen”.