Las identidades que devolvió Roberta Jacobson
El mes que viene dejará el país la embajadora de Estados Unidos.
La suya ha sido una de las gestiones más activas y cercanas a la comunidad local de los últimos tiempos. Hasta logró mantenerse en su cargo un año y medio más durante la administración Trump, aun cuando fue una pieza clave designada por Barack Obama.
“Me encanta el país y empecé a conocerlo cuando me tocó ser directora de la Oficina para Asuntos Mexicanos durante la presidencia de Vicente Fox. Es la zona más importante para EU en el hemisferio occidental y yo comencé ahí en 2002 sin preconceptos, lo que fue una ventaja”, recordaba hace unas semanas en un desayuno del capítulo local del International Women’s Forum.
Fue sin duda una embajadora que le quitó el almidón a su puesto, que tuitea recomendando platillos en la ciudad, se muestra bailando en el Salón Los Ángeles o hace una colección de fotos de jacarandas de la capital.
Pero lo que no muchos saben es que durante su gestión, y en coordinación con la Secretaría de Gobernación, se aceleró y consolidó el proyecto Documéntate ( GetDocumented!).
Se trata de un plan que busca dar doble nacionalidad a niños nacidos en EU pero que ahora viven en México (ya sea por que su familia fue deportada o porque regresaron al país). No son pocos: según los cálculos de la embajada estadunidense, serían unos 600 mil menores.
“Ellos tienen el derecho a tener un pasaporte de Estados Unidos”, contaba Jacobson. Bajo la doctrina de jussoli que aplica EU y la mayoría de los países de América, cualquier persona nacida en un territorio tiene derecho a la nacionalidad de ese lugar.
En medio de una confrontación tan fuerte por parte del actual gobierno republicano, con aumento en la deportación de indocumentados y la permanente amenaza del famoso muro fronterizo, esta idea no debe haber caído bien en Washington.
Muchas familias migrantes, por miedo o desinformación, no se acercan a las autoridades de ninguno de los dos países, lo que Roberta Jacobson solucionó acercándose con equipos de Segob directo a las comunidades, sobre todo en Oaxaca, Jalisco, Guanajuato, Michoacán y la línea fronteriza, donde se sabe que hay muchos paisanos de regreso.
La idea de este trabajo binacional es darles la doble nacionalidad para garantizar el pleno ejercicio de sus derechos y el acceso a la salud y la educación. Y por supuesto, esto les da la oportunidad de regresar de manera legal para estudiar y trabajar en el país donde nacieron, sin importar el estatus migratorio de sus padres.
Hasta el año pasado, la Embajada de Estados Unidos estaba entregando un promedio de 2 mil pasaportes por mes a este grupo de niños ‘invisibles’.