Sophia, robot superstar
U na enorme experiencia ser invitada al evento de tecnología e innovación que se llevó a cabo en la Expo Guadalajara por muchos motivos. El primero fue ver a las multitudes de chavos y niños (y sí, alguna que otra persona de nuestra edad) emocionados a más no poder con el hecho de que los talleres, exponentes y experiencias estuvieran tan al alcance.
Sin la menor duda, una de las cosas que más enloqueció a todos fue la presencia de la robot, Sophia, a quien pudimos entrevistar después de que miles de personas casi la sitiaran, después de su conferencia de prensa como se tratara de Mick Jagger. ¿De qué hablo? Con este público, el Rolling Stone la hubiera tenido más sencillo para trasladarse.
Por fin Iliana Sod, compañera y amiga, y una servidora la tuvimos enfrente, sabiendo algunas cosas de ella: está creada para aprender del comportamiento humano y adaptarse a ello. Es el primer robot con ciudadanía del mundo (Saudi), sus facciones son inspiradas en las de Audrey Hepburn y le dijo que “no” a Will Smith cuando este le preguntó si podía darle un beso.
Amé la primera pregunta que le hizo Ilana. “¿Por qué el primer robot ciudadano de la historia es alta y delgada?” Más que significativo, ya que si ella está diseñada a aprender de nuestros comportamientos ¿compartirá nuestros prejuicios? ¿Ideas de lo que en la actualidad está bien o mal? ¿Según qué sociedad? Su respuesta fue bastante esclarecedora: “Fui diseñada por un artista, pero la belleza está en quien la encuentra al ver”.
Y de ahí, hasta por encargo, le preguntamos si consideraba que era posible que un robot creara e hiciera arte: “Algún día quizá seamos más inteligentes” fue su respuesta.
Finalmente, la gente se quedó con ganas de más. Nosotras también, porque entre la traducción y la programación se perdieron una que otra respuesta. Es de respuestas cortas Sophia. Por ahora. Porque aprende, y eso, más que las multitudes que acudieron a conocerla, es lo más impactante de todo. Showbiz, tec y codependencia Por otro lado, debo decir que salí muy animada después de poder platicar con un grupo de jóvenes respecto a un tema que nos ha tenido más que inquietos a varios, incluyendo a mi compañero y experto en tecnología, Fer Santillanes. Muchos en este negocio estamos convencidos de que entre más cambian las cosas, más se quedan iguales. En algunos temas. Si bien es cierto que la tecnología nos da muchísimas más plataformas y opciones para entretenernos, la motivación humana para leer y enterarse de las cosas no ha cambiado en absoluto. Es lo mismo haber comprado el Alarma a mediados del siglo pasado, que apretar click en un encabezado amarillo o escandaloso.
Lo que me llenó de optimismo fueron las preguntas de los chavos después de que tuve la oportunidad de dar mi plática al respecto. La mayoría preguntaba: “¿Cómo sobrevivir, queriendo ser periodistas o al menos responsables con la información en estos tiempos tan complicados?”. La respuesta, me temo, la tendremos que seguir trabajando día a día y encontrándola juntos. ¿En serio? ¿Trump aun no le dice que sí a la propuesta de ayuda legal que hizo Lindsay Lohan? No hay muchos grupos de abogados que estén dispuestos a entrarle y francamente, parecen tal para cual.