La guerra contra el narco frente a la Corte Interamericana
En el ejido Benito Juárez, del municipio de Buenaventura, alrededor de las 8 de la noche del 29 de diciembre de 2009, Nitza Paola Alvarado Espinoza y José Ángel Alvarado Herrera estaban en una camioneta pick up afuera de la casa de la suegra de José Ángel, cuando un grupo de entre ocho y diez militares con armas de grueso calibre descendió de dos vehículos no oficiales y los subió a la fuerza a los vehículos.
Rocío Irene Alvarado Reyes se encontraba en casa de su madre, en el mismo ejido. Ella, su mamá, sus hermanos de 11 y 13 años y su bebé de dos años estaban dormidos cuando minutos después de la detención arbitraria de Nitza Paola y José Ángel, un grupo de militares que llegaron en convoy irrumpió por la fuerza en ese domicilio, causando destrozos y dirigiéndose a la sobrina de Nitza Paola y José Ángel; sin señalar el motivo a su madre y a sus hermanos menores de edad, la detuvieron y la subieron a una camioneta que coincidía con las características del evento en el que fueron detenidos Nitza Paola y José Ángel.
Estas desapariciones tuvieron lugar en el marco de la implementación del Operativo Conjunto Chihuahua, en el cual el Ejército, además de realizar labores de seguridad, desempeñaba tareas de investigación criminal.
A pesar de llamados urgentes y recomendaciones de la CNDH y CIDH ni se buscó a los desaparecidos ni hubo justicia. No solo eso, por hostigamiento y amenazas hay 15 personas cercanas al caso que están en Estados Unidos.
La decisión de la CIDH de enviar el caso a la Corte Interamericana, donde ayer comenzaron audiencias, obedeció a que el Estado mexicano no cumplió con las recomendaciones establecidas en el informe de fondo, particularmente con el deber de investigar con la debida diligencia, respecto de la búsqueda de las víctimas desaparecidas como del esclarecimiento y la individualización y sanción de los responsables entre otras cosas.
Así, por primera vez frente a una Corte Internacional, la estrategia de militarización, los desaparecidos, la impunidad de la guerra del narco.