Con escombro roban terreno al río Atoyac
Más de cien montoneras fueron arrojadas en el margen de un riachuelo, a unos metros de Ciudad Judicial
Cerca de 100 montoneras de escombro y basura fueron arrojadas de forma clandestina en el margen de un riachuelo, el cual se localiza a 400 metros de los edificios que albergan los poderes Judiciales de la Federación y el Estado, éste último, conocido como Ciudad Judicial. Esta vena de agua conecta por la parte posterior de la zona residencial La Vista Country Club, con el río Atoyac.
Próximo a los terrenos -que están fraccionados-, un anuncio indica que los predios forman parte de la Reserva Territorial Atlixcáyotl.
Durante un recorrido, se pudo constatar que en días recientes, las volquetas arrojaron sus cargas en ambas zonas de las márgenes del arroyo, el cual ya presenta un evidente alto grado de contaminación.
Por la zona que colinda con los citados inmuebles de impartición de justicia, se pudo comprobar que además de ladrillos, pedazos de concreto, grandes porciones de lajas, cimientos y banquetas, también hay restos de material de impermeabilización.
Además, se encuentran diversos materiales de basura, principalmente, plásticos, en una mayor proporción de envases. Frente a esa zona se localizan dos grandes obras en proceso, las cuales realizan las plataformas previas a la edificación.
Asimismo, tres máquinas excavadoras operaban para la distribución del tepetate y arcillas para su compactación, cuyas sobras fueron vertidas sobre el afluente.
En el recorrido, se apreció que en el proceso de nivelación se elevó varios metros la altura del terreno, lo cual provocó que la margen, cuyo acceso es por la Vía Atlixcáyotl, superara al de los predios vecinos.
Grandes porciones de esos revestimientos fueron colocados a manera de muro de contención, sin embargo, en su distribución, ganaron espacio al caudal, el cual se encuentra bloqueado por grandes rocas en algunos tramos.
Los escombros compactan la tierra, lo cual impide que el agua se filtre y, a su vez, genera inundaciones. Del mismo modo, cambia la morfología de los terrenos donde se depositan.
Asimismo, genera un impacto en la vegetación, pues muchos árboles son sacrificados con el fin de ampliar los espacios para arrojar las basuras, lo cual se constató, pues se realizaron quemas de pastizal en la zona.
Por último, se constató que las obras ya colocaron las descargas de sus aguas directamente a la corriente hídrica, lo cual podría generar mayor contaminación.
Rellenan barrancas sin importar riesgos
Al respecto, la consejera de la organización “Dale la Cara al Atoyac”, Verónica Mastretta Guzmán, señaló que “el poder económico que tienen los desarrolladores inmobiliarios es mayor que la capacidad de las autoridades para vigilar y ordenar el territorio, cuando se realizan construcciones en zonas donde está prohibido o las empresas recurrieron al rellenado de barrancas o riachuelos”.
La mayor afectación que genera el relleno de barrancas y caudales del río Atoyac es que no garantiza la seguridad de quienes viven en la zona, ya sea la recién construida o la que se encuentra en los alrededores, porque el agua siempre buscará seguir su cauce y esto podría derivar en inundaciones, señaló la también activista.
“Al ir perturbando la zona hídrica se hacen inundaciones, están rellenando para construir y cerrar los cauces del agua, las barrancas, a quienes meten a vivir ahí acaban teniendo problemas o afectando a los que viven más adelante, porque a la hora que llueve, el agua reconoce las pendientes naturales y cuando están bloqueadas, corre para algún otro lado”, expuso.
Mastretta expuso que ante los desechos localizados en un riachuelo aledaño a Ciudad Judicial, las autoridades municipales debieron notar las irregularidades y también reportarlas, por ser el primer contacto y su jurisdicción, además, porque abarca un área tan transitada y de alta plusvalía.
“Es un rellenado para construir, le ganan terreno a los cauces de los ríos, rellenan las barrancas y el mismo caso vemos en Lomas de Angelópolis; están rellenando barrancas y están haciendo cosas que más adelante afectan a los que viven ahí, en la parte de Lomas III hay rellenados de barrancas para seguir construyendo”, expuso.