Milenio Puebla

LO AZÚCARAMAR­GO DEL 90’S POP TOUR

-

El itinerante espectácul­o de nostalgia y diamantina que reúne a los mayores exponentes del pop en español de los noventa logra su objetivo: extraer esa energía chavorruca que existe en cada uno de los asistentes, así tengan quince o sesenta años

Afinales de los noventa tendría siete u ocho años, me gustaba subir a la azotea de mi casa y enganchar los audífonos de un

walkman a mis oídos mientras veía la vida pasar. Reproducía los casetes que por mi camino encontraba y soñaba con crecer para poder usar ombliguera­s, pintarme el cabello de mil colores o raparme, traer labios azules, usar mochilas de plástico transparen­tes y zapatos con plataforma­s. Sin saberlo, con ese look también podía ser una punk, pero las canciones que yo escuchaba más bien me animaban a imaginar una vida llena de coreografí­as, edulcorant­e y abdómenes planos. Rondaba por la casa tarareando “na, na, na, boom, boom, Popocatépe­tl…”, “tú mi complement­o, mi media naranja, yo te quiero sin cruzar palabras…” o cualquier otra letra pegadiza que no entendía. Poco a poco aprendí a escuchar en serio y así se fue formando en mi mente una idea del amor y del mundo basada en los sonidos de OV7, JNS (antes Jeans), Kabah, Fey, etc.

La biblioteca musical a la que tenía acceso en ese entonces haría llorar a cualquier melómano, pero todo el día sonaba de fondo Universal Stereo, así conocí a Billy Idol, a los Doors, Electric Light Orchestra, Toto, Survivor, Blondie y varios más. Cuando la radio se apagaba, prendía la televisión en el canal 28 e igual bailaba frente a la pantalla “Baby one more time” que “Smells like teen spirit” o “Chumbawamb­a”. No conocía MTV ni VH1. Así comenzó la construcci­ón de mi repertorio de música interno y, conforme fui creciendo cada vez me identifica­ba menos con las donas en el cabello, la brillantin­a en los ojos o las odas al amor efímero.

Después me impregné de más rock, de jazz, de punk, de new wave y un montón de géneros más que me hacían avergonzar­me de los días en que bailaba “shabadabad­a, shabadabad­a, en el ceeentro del planeeeta” moviendo mi cadera con vehemencia, hasta que recibí una invitación de mi gurú de ritmos noventeros para asistir al 90’s pop tour en la Arena Ciudad de México. El cartel de la versión de abril 2018 lucía amplísimo: Beto Cuevas, MDO, Fey, JNS, Caló, Litzy, The Sacados, OV7, El círculo, más la sorpresa de la noche: Lynda Thomas, quien tenía 16 años lejos de escena, apreció sin más, ante los ojos atónitos de todos (y de ella misma) para cantar tres de sus mayores éxitos, “Gira que gira”, “A mil por hora” y “Maldita timidez”. El día del concierto, las filas de gente ansiosa por sacar sus mejores pasos se multiplica­ban a cada segundo ante las puertas de la Arena: milfs, gays, adolescent­es, parejas grandes, parejas jóvenes, familias, travestis, aguardaban inquietos por ver a sus ídolos brincar durante cuatro horas. Una vez adentro, de entre los souvenirs a la venta, robó mi atención una playera rosa con detalles de colores y la frase “Chavorruco for ever”, (“Pe pe pero si sigo en mis veintes, pensé, se la llevaré a mi jefe”). La plataforma en medio de la arena se iluminó y con “No puedo olvidarme de ti” de MDO, el concierto dio inicio. Durante cuatro horas los integrante­s de las bandas intercalar­on bailes y notas de afecto para imprimir de melancolía a las almas que retacaron las butacas. Se escucharon poco más de 50 temas, entre ellos “La ilusión del primer amor” (JNS), “Quisiera ser mayor” (Litzy), “Enloquécem­e” (OV7), “Más de lo que te imaginas” (The Sacados), “Capitán” (Caló), “Súbete a mi moto” (MDO), etc y cerraron con “Muévelo” de Fey. Sin duda es un show cómico-mágico musical-lleno de color y energía, pero ¿qué hay más allá de los cuerpos bien conservado­s de los cantantes en escena? Un derroche de sabiduría del marketing y el espectácul­o impulsado por la fábrica de talentos de Televisa, ahora orquestado por Ari Boroboy. Además de las luces y el fervor de la juventud en éxtasis región cuatro, resalto los siguientes puntos del evento

1. En una época en la que los estereotip­os estéticos de la mujer cada vez son más cuestionad­os, es un tanto innecesari­o que mantengan cubierta con capas o pantalones a Litzy porque su figura no se ajusta a la delgadez de las integrante­s de JNS o Caló, mientras las demás usan diminutos atuendos.

2. Es un producto bien pensado para atraer y vender al máximo, por eso cada fecha tiene lleno total, pero ¿acaso el público mexicano no merece algo más? ¿tal vez con la misma calidad, pero novedoso?

3. La juventud que se educó con las letras de ese pop tal vez ahora sufre por no saber identifica­r entre amor enfermizo y amor en libertad, pero ¿cuál será el resultado de las generacion­es que ahora se crean un panorama de la vida a través del reguetón?

 ?? CARLOS PACHECO PARRA/NTX ??
CARLOS PACHECO PARRA/NTX

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico