Llega obra en el Teatro de la Ciudad con una reflexión del desamor
La obra es “Correo postal o de cómo la flecha del tiempo nunca avanza hacia atrás”
Para continuar con las actividades de los “Miércoles teatrales” en el Teatro de la Ciudad, la compañía Susy López-Títeres presentará este 9 de mayo la obra “Correo postal o de cómo la f lecha del tiempo nunca avanza hacia atrás”, cuyo tema es el universal del desamor, “usando una técnica europea de marionetas de talla humana, donde la titiritera solista anima, interactúa y comparte su cuerpo con el muñeco, el espectáculo apela al público joven y adulto”, reveló su directora Susana López. La función será a las 19:00 horas y los boletos costarán cien pesos.
Dicho espectáculo es utilizado para reabrir el espacio de montajes pero sobre todo de formación teatral, en el barrio de Santiago, recordó Susana López, donde indicó que se trata de una propuesta que “mantiene un tono onírico, pues cuando te encuentras en una relación codependiente, todo parece un mal sueño. Nadie es obvio; el espectador deberá ir armando cabos para entender la situación, mientras que disfruta de una animación que no se ha visto antes en Puebla”, sentenció.
La también maestra que imparte talleres para aprender el manejo de este tipo de marioneta humanoide, donde también caben los personajes fantásticos, como los que se veían en las ferias de barrio, Susana López detalla, que “alternando entre los lenguajes poéticos y gestuales, se apuesta por un territorio no convencional, desapegado del texto dramático tradicional y cercano al movimiento. Hablamos de ese municipio subjetivo que habita en todos: el amor y su extinción. Ese lugar un poco absurdo, donde cada quien puede recordar y dudar, ref lejar desde su realidad o desde sus fantasmas”.
Además de títere hiperrealista, el espectáculo incluye máscaras y música en vivo, donde “la protagonista vive una pesadilla interminable y no sabe cómo llegó ahí. Le cuesta explicarlo: lo íntimo, lo extraño, nunca puede expresarse bien con palabras. Pero no hay vuelta atrás, el tiempo no perdona. Una y otra vez, como si caminara sobre una infinita banda de Moebius, busca poner orden a su universo, sin lograrlo, hasta que un día alcanza los límites de un amenazante agujero negro”.
La música original de Daniel Jiménez fue parte importante del proceso; él toca el piano, mientras Josué Martínez toca la guitarra eléctrica. Varios leit motivs contemporáneos permean nuestras emociones, según el transcurso de la obra. Apoyan en cabina Jenny Zayas, Roberto Carrizales y Paco Corona, concluyó.
López detalla, que entre los lenguajes poéticos y gestuales, se apuesta por lo no convencional