Días que cambiaron a México
Los días quecambiaronMéxico, de Carlos Silva (Grijalbo, 2017), es uno de esos libros magnéticos que uno empieza a leer y no puede soltar ni retirarse de sus páginas. Cada breve capítulo cuenta un hecho que por alguna razón modificó la vida del país: la llegada del tranvía eléctrico, la Constitución del 17, la Decena Trágica, el asesinato en La Bombilla, el mambo, El
Ratón Macías noqueado, el zoológico de Chapultepec, la muerte de Pedro Infante, la radio.
Me detuve en esta viñeta: el 4 de marzo de 1930 se fundó el Partido Nacional Revolucionario. México dejaba atrás la vida de los caudillos y empezaba la época de las instituciones. Cuando se iniciaban los trabajos de la Convención del PNR en la ciudad de Querétaro, los diputados y delegados habían recibido línea de Calles para impulsar el triunfo de Ortiz Rubio. La convención debería convertirse en una aplanadora a favor de don Pascual, cuenta el historiador Silva.
Los 950 delegados asistieron armados y en las calles de Querétaro mostraron sus armas: ¡Viva Ortiz Rubio! Y del otro lado: ¡Viva Aarón Sáenz! Plutarco Elías Calles le pidió a Gonzalo N. Santos que se encargara del triunfo de Ortiz Rubio. Santos se ocupó de inclinar a los delegados para que votaran a favor de Ortiz Rubio. En la entrada del recinto legislativo, el propio Santos recogía las credenciales de los delegados.
Los militantes de Aarón Sáenz acusaban a los seguidores de Ortiz Rubio de duplicar credenciales. Cuando los delegados de Guanajuato quisieron ocupar sus curules, éstas ya estaban ocupadas por unos señores que portaban mantas a favor de Ortiz Rubio. Luego se supo que eran miembros de la policía de Querétaro puestos en esos lugares para suplantar a los contrarios. Aarón Sáenz señaló que no sería parte de una mascarada y les pidió a sus delegados que abandonaran el lugar. Sin mayores contratiempos, la convención de Querétaro continuó sus trabajos y se fundó el partido. Pascual Ortiz Rubio fue proclamado candidato a la Presidencia por una abrumadora mayoría de más de 850 votos a favor.
Después de leer esta escena originaria, pensé dos cosas: 1. La información genética es inalterable. 2. No tenemos remedio.
Así empezó todo en los ancestros de ese partido.