Daño en el Atoyac se volvió tema político
Atender la contaminación del río Atoyac representa un problema político que se debe resolver con una agenda a largo plazo, el cumplimiento de la norma y la aplicación de sanciones no sólo para las empresas que realizan descargas, también a funcionarios que son omisos en atender el problema, manifestó la directora del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente de la Universidad Iberoamericana, María Eugenia Ibarrán Viniegra.
En entrevista, señaló que el establecimiento de un fideicomiso para garantizar la inversión de recursos en el saneamiento del Atoyac, es una opción viable para llevar a cabo distintas acciones, pero estas deben planearse de manera adecuada para no gastar en políticas que no funcionan por falta de coordinación o seguimiento. “La limpieza del Atoyac es un tema predominantemente político, no técnico, hay muchos ríos que se han limpiado en el mundo y se pueden limpiar, pero el problema es político, entonces una respuesta importante que tendría que darse es cómo incluye ese fideicomiso a los distintos órdenes de gobierno y a los distintos actores políticos”, expuso.
La académica explicó que para llevar a cabo acciones orientadas a sanear el río Atoyac se necesita intervenir la cuenca de manera integral y desde el Alto Balsas en Tlaxcala, de otra forma, lo que se realice en Puebla no tendrá los resultados esperados; en ese sentido, expuso que se tienen que involucrar todos los niveles de gobierno y autoridades que tienen jurisdicción a lo largo del cauce.
Consideró que sería viable la instalación de una comisión metropolitana de medio ambiente en la que se operen y vigilen distintas políticas para el saneamiento del río; asimismo, plantear programas a largo plazo y que las autoridades estén obligadas a respetarlos y administrarlos.