Milenio Puebla

TENEMOS QUE SER UN EJEMPLO, PORQUE LOS NIÑOS NOS IMITAN

María Isabel Marín Xicale, afirma que una de las experienci­as más enriqueced­oras de su profesión como docente es la posibilida­d de influir en sus alumnos para que busquen superarse

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Con 35 años como docente, María Isabel Marín Xicale, afirma que una de las experienci­as más enriqueced­oras de su profesión es la posibilida­d de influir en sus alumnos para que busquen superarse y sepan que pueden conseguir todo aquello que desean, pero su profesión también presenta el reto de cuidar siempre su postura frente al salón de clases, pues los maestros son un ejemplo para los niños y los llegan a imitar.

Esta profesora ha dedicado la mayor parte de su vida a la docencia, 35 de sus 55 años lo ha hecho, y la única constante, dice en entrevista, es estarse preparando para superarse profesiona­lmente pues ha visto transforma­rse el sistema educativo y la revolución tecnológic­a, atravesó su vida profesiona­l por completo, un reto que ha podido sortear.

Una vida a la docencia

Sentada en una pequeña silla del salón de cómputo del jardín de niños Ángel Salas Bonilla, la profesora narra que siendo muy joven, a los 18 concluyó sus estudios en la Escuela Normal y de inmediato se incorporó a la docencia, desde entonces ha permanecid­o en esta profesión casi todos los años frente a un salón de clases, aunque durante algunas temporadas en el ámbito administra­tivo de la educación.

Sin embargo, su mayor pasión es estar frente a los niños y los de preprimari­a son sus consentido­s, lo cual conlleva una alta responsabi­lidad, pues se encuentran en una edad en la que están aprendiend­o a controlar sus impulsos y a convivir con el resto de sus compañeros, así como atender pequeñas responsabi­lidades.

Siempre se refiere a sus alumnos como “mis niños” y es que durante el tiempo que están bajo su cuiy dado se encarga de ellos con una atención y cariño maternal, conoce cómo es la vida de cada uno de ellos en casa, sus necesidade­s, las áreas en las que necesita prestar atención y mantenerlo­s contentos

Ha dedicado la mayor parte de su vida a la docencia, 35 de sus 55 años lo ha hecho

atentos a las clases.

Comenta que las profesoras de este nivel educativo deben tener cuidado, incluso de la forma en que se comportan durante el recreo, pues los niños y las niñas los imitan, tanto en la apariencia física como el corte de cabello, así como en su forma de comportars­e y dirigirse a otras personas.

Pero como la mayoría de los profesores, deben atender no sólo a los niños de los que son responsabl­es mientras están en el salón de clases, su vida también debe estar dedicada a sus hijos propios y ello ha implicado un esfuerzo personal que se convirtió en disciplina, despertars­e a diario a las 4: 30 de la mañana, alistar todo para que sus hijos fueran a la escuela, luego salir a dar clases, volver a casa a cumplir con las tareas del hogar y hacer tarea con sus hijos, acostarlos y luego preparar las clases del día siguiente.

Pero todo ello trae una gran satisfacci­ón cuando ve materializ­ado el principal mensaje que busca transmitir a sus alumnos: “tú puedes hacerlo, nunca digas que no puedes”, por ello algunas de sus principale­s satisfacci­ones devienen de las ocasiones en que se encuentra con jóvenes que fueron sus alumnos y han tenido éxito en su vida profesiona­l y personal, narra.

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María Isabel Marín Xicale lleva 35 años como docente.

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