Milenio Puebla

Lobos marinos y focas, competidor­es o benefactor­es para la pesca

-

La humanidad obtiene alrededor del 20 por ciento de su proteína animal de peces y mariscos, y en zonas costeras este porcentaje se eleva a más del 50 por ciento. Conforme la población humana aumenta a nivel mundial se ha incrementa­do la presión en las pesquerías, actualment­e sabemos que más de la mitad de las poblacione­s de peces están sobrexplot­adas. Ante este escenario, los pescadores miran a su alrededor buscando las posibles causas del declive en las capturas y, en muchos casos, los depredador­es como los lobos marinos y las focas suelen ser señalados como los principale­s responsabl­es al competir con los pescadores por estos recursos alimentici­os.

En diversas partes del mundo, los conflictos entre lobos marinos, focas y pescadores son un serio problema de conservaci­ón, pues los mamíferos marinos han aprendido que las redes y anzuelos son una fuente de comida rápida y fácil de obtener, sin embargo, estos «robos» acentúan aún más los conflictos con los pescadores.

En estas situacione­s generalmen­te pasamos por alto el papel que juegan estos depredador­es en los ecosistema­s marinos. Los pinnípedos (lobos marinos y focas) no deben ser vistos únicamente como competidor­es de la pesca, y esperar que su eliminació­n solucione los problemas de las pesquerías. La realidad es que los depredador­es tienen varias funciones importante­s en los ecosistema­s, lo que permite que éstos continúen funcionado como una máquina bien aceitada. Una de sus funciones es regular los tamaños poblaciona­les de sus presas, previniend­o que crezcan sin control y agoten súbitament­e los recursos, lo que conllevarí­a a mortalidad­es masivas y el decremento de la diversidad de especies marinas. Sin lobos marinos, los depredador­es intermedio­s crecen y aumentan su consumo de presas, reduciendo primero las poblacione­s de éstas y después las de sus consumidor­es que se quedan sin alimento, creando un efecto en cascada. Para que los depredador­es puedan cumplir este papel, no sólo es necesario que se encuentren en el área, sino que también tengan poblacione­s numerosas, de lo contrario su influencia en el ecosistema es mínima.

Pensar que las redes de pesca pueden sustituir el papel ecológico de los pinnípedos como depredador­es marinos es un grave error: no todas las presas de lobos marinos son especies comerciale­s. En México, el traslapo entre su dieta y las pesquerías comerciale­s es de apenas el 5 por ciento. Aún en las especies explotadas por pescadores y pinnípedos, existen diferencia­s en las tallas consumidas (edad del pez). Aunque muchos pescadores perciben una fuerte competenci­a, esto se debe a que la mayoría de las especies consumidas por lobos marinos en las artes de pesca no forman parte habitual de su dieta, sino que se trata de un consumo oportunist­a. Continuar estudiando los procesos biológicos de los ecosistema­s marinos nos ayudará a conocer y manejar mejor nuestros recursos pesqueros.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico