Paz y serenidad en la patria
reo que el llamado a la paz y la concordia por parte del secretario de Gobernación, en el contexto de la matazón de políticos en el país, ha permeado en la sociedad en su conjunto. Tan así que lo que vemos entre los candidatos es un enorme sentido de la tranquilidad y la morigeración y la buena onda.
Ahí tenemos a Mikel Arriola que, instalado en la lógica de Loquecallamoslas
mujeres, siempre sereno con su porte de Gazú bien temperado, se supera cada día con spots nada histéricos donde anuncia prácticamente que por culpa de Morena y el PRD, que “en veinte años no han podido erradicar la violencia”, y como si fuera la Prieta Linda aventándose una rancherota, afirma con voz levantada: “¡Son unos inmorales y sin valores familiares!”, que fueron superados por aquel en donde se encuentra con una señora que le cuenta que la acaban de asaltar y grita, con aplomo y gallardía, un “¡Son unas ratas!” de antología. Ya nada más le faltó que Mikel cerrara como Pedro Ferriz, con un ya clásico: “No les recomiendo vivir en México” y luego pasar a echarle la culpa al Presidente y sus “estúpidas” medidas contra la inseguridad.
Y tenemos también al señor licenciado don Bronco, que sin su ración de cabrito se pone muy lúcido. No solo saca con toda oportunidad y humanismo su nivel Netanyahu en un videojuego donde se cortan manos, sino que llama a sus tres seguidores y chorromil fotocopias a no pagar impuestos si llegara a ganar López Obrador. Todo con el mismo estilacho neuras caporalesco que ya hubiera querido Niquel para sus spots contra cualquier cosa que suene liberal o más allá del pensamiento kukluxklanesco.
Admirable la sensatez que se puede apreciar en el nuevo líder del PRIcámbrico
Temprano, René Juárez, quien con todo generosidad afirmó que el voto útil no se le da a un inútil, en referencia a Ricardo Anaya, que por más que tira rollos por la mañana, al mediodía nadie se acuerda de lo que dijo. Salvo cuando se refiere a López Obrador como un mantra o promete que le va aplicar una “quebradora democrática” justo en el momento en que las más recientes encuestas lo tienen a veinte puntos de distancia.
Otro gran momento de la relajación que abunda en la patria es el que representa el gran dotorMit pues, a pesar de encontrarse por debajo de las línea de flotación, no ha caído en la provocación de tratar de justificar por qué su hombre fuerte, el Nuño
Artillero, gastó en la SEP 2,700% más de lo que tenían presupuestado en materia de comunicación e imagen de tan encantadora institución, solo para demostrar que los maestros disidentes eran canallas, miserables y malos mexicanos. Bueno, una manera muy respetable de administrar los recursos, casi al nivel del gran Virgilio Andrade, que a su paso por la Secretaría de la Función Pública se mandó a hacer un baño muy razonable de 743 mil pesos con bidé incluido e inodoro de diez velocidades con calefacción regulable.
Todo tranquilo, sin nada qué reportar.