Urge que se refuerce la seguridad para maestros
El líder magisterial también solicitó que se destinen más recursos para la educación
Al ratificar el compromiso del magisterio para mejorar la calidad educativa, el secretario general de la sección 23 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Alejandro Ariza Alonso solicitó al gobernador reforzar la seguridad para los docentes y dotarlos de mayor protección para desempeñar sus labores.
Durante la celebración por el Día del Maestro, que presidió el gobernador del estado, Antonio Gali Fayad, el líder magisterial también solicitó que se destinen más recursos para la educación y de este modo garantizar un mejor desempeño de quienes se dedican a esta labor. “Le pedimos que conjuntemos esfuerzos para que juntos ofrezcamos mayor seguridad y protección a los trabajadores en el cumplimiento de su labor diaria, no más violencia para los educadores de Puebla, porque seguramente coincidimos con usted, en que los maestros con su trabajo diario lo único que hemos hecho es servir con pasión a Puebla”, mencionó.
Alejandro Ariza también se pronunció sobre el actual proceso electoral y puntualizó que pese a los resultados, no se vulnerará la identidad sindical ni habrá división en el sector magisterial, por ello, exhortó a los maestros a seguir trabajando para dar un servicio de calidad No se vulnerará la identidad sindical ni habrá división en el sector magisterial: Ariza Exhortó a los maestros a trabajar para dar un servicio de calidad y ser referente en educación y ser referente en educación. “El SNTE seguirá trabajando con firmeza por una educación y escuela pública de calidad, decirles que seguiremos trabajando en la defensa de los derechos laborales, profesionales, salariales y asistenciales de los trabajadores de la educación, porque ustedes compañeros son merecedores de una mejor calidad de vida junto con sus respetables familias”, apuntó.
El líder sindical expresó su agradecimiento al gobernador por la construcción del Instituto de Profesionalización del Magisterio, que permite el desarrollo profesional docente para mejorar en materia de innovación, liderazgo y fortalecimiento de la escuela pública, con ello, se logran mejores resultados educativos por parte de los alumnos y de desempeño docente en la entidad.
Nemesio Cruz, era un risueño nahua- hablante con pronunciados rasgos asiáticos, que terminó la secundaria a los 20 años y cuando la Secretaría de Educación Pública (SEP) creó en 1963 el programa educativo para las comunidades indígenas, prefirió ser “promotor cultural bilingüe” que obrero. Esta decisión lo convirtió en uno de los fundadores de ese sistema educativo.
El profe Nemesio promovió que la educación bilingüe dejara su afán castellanizador y se convirtiera en un ejercicio que considerara las necesidades, intereses y expectativas de los pueblos originarios a partir de sus rasgos culturales étnicos, sicológicos y cosmovisión.
Fallecido hace dos años, Nemesio Cruz, fue uno de los jóvenes indígenas que fueron incorporados a la docencia, aunque “la mayoría sólo había estudiado la primaria”, pero con disposición a ir a los pueblos y formar grupos de niños monolingües que no hubieran entrado a la escuela y castellanizarlos.
El profe recordaba que para la creación del sistema “se partió de la idea de que había que socializar con ellos en su lengua materna para que ganaran confianza y se atenuara el choque psicológico que producía ir a una escuela primaria unitaria, donde el maestro sólo les iba a hablar en español”. Este fue en principio el objetivo del sistema bilingüe, según el profesor fue designado por la UNESCO como “Tesoro Humano Vivo”, precisamente por sus aportaciones a la educación indígena.
Previamente, a los futuros educadores se les inscribía en el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio y, sin más, llegaban a los pueblos sin tomar en cuenta las variantes dialectales. Así que a la Sierra de Puebla lo mismo llegaban profesores de Veracruz, que de San Luis Potosí o de Hidalgo, que no se adaptaban, porque aunque hablaran náhuatl “no era la misma lengua”.
El profe Nemesio recordaba una anécdota: “un día llegué al municipio de Tlaola, junto con un promotor de Salud, Serafín Gómez Galindo. Él me llevó a hablar con el presidente municipal, un señor Previamente, a los futuros educadores se les inscribía en el Instituto Federal de Capacitación El profe Nemesio promovió que la educación bilingüe dejara su afán castellanizador de apellido Torres y le dijo que yo era supervisor de los promotores bilingües, entonces el alcalde contestó: ‘ah sí de esos que no hablan ni castellano ni mexicano’. Porque nadie entendía nada debido a que los maestros tenía difi cultades para comunicarse por las variantes dialectales del náhuatl, pero también con el español”.
Incisivo, como era el profesor criticaba que Gregorio Torres Quintero y Rafael Ramírez que fueron “los llamados paladines de la escuela rural mexicana”, de plano ordenaban castellanizar, sin tomar en consideración la preservación de los idiomas.
Aunque a partir de 1978, se crea una estructura institucional y operativa para llevar los servicios del sistema de educación indígena a todos los rincones del país y se fundan las escuelas primarias bilingües, los internados indígenas, luego los centros de educación inicial y los preescolares, que tienen como apoyo paralelo a las radios bilingües, la Procuraduría de Asuntos Indígenas y los Centros de Desarrollo y Mejoramiento.
Sin embargo, esos cambios “históricos” y burocrático-administrativos, no se dieron de la noche a la mañana. Hubo mucha resistencia de parte de los gobernantes y muchos años de lucha y organización de los pueblos que, según el profesor, se podría resumir en la frase “No más un México sin nosotros”.
El profe Nemesio es recordado porque acompañó a los pueblos en el proceso de transformaciones de este sistema educativo, viviéndolo de otra manera.