Exige Total exenciones para continuar en Irán
El amago de la firma francesa, un revés a los esfuerzos europeos por mantener el acuerdo con el gobierno de Teherán sin el apoyo de Washington
Total, el grupo francés que se convirtió en el inversionista extranjero más grande en el sector de energía de Irán luego de que fueron suavizadas las sanciones en 2016, dice que saldrá del país a menos de que se le pueda proteger de las sanciones de Estados Unidos después del retiro estadunidense del acuerdo nuclear.
La decisión de Total, que en julio pasado firmó un acuerdo multimillonario para desarrollar el enorme yacimiento de gas South Pars, marca un importante revés para los esfuerzos europeos de mantener vivo el pacto con Irán sin la participación de Estados Unidos. El acuerdo de Total fue el primer gran contrato en el sector de energía de la república islámica con una compañía petrolera internacional en más de una década.
Total dijo en un comunicado que su retiro del acuerdo dependerá de si se le “otorga una exención específica del proyecto” por parte de Washington. Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de Estados Unidos, dijo que si bien se pueden solicitar las exenciones y licencias, el objetivo de la administración Trump es imponer “sanciones máximas” a Irán.
El Departamento del Tesoro estadunidense no respondió de forma inmediata a la solicitud de comentarios sobre el anuncio de Total.
Los líderes europeos prometieron permanecer en el acuerdo después de que Donald Trump anunció a principios de este mes que volvería a imponer las sanciones de Estados Unidos. En una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, el martes en Bruselas, Francia, Gran Bretaña y Alemania dijeron que trabajarán para garantizar inversiones continuas en el sector petrolero del país.
Pero la retirada de Total puede ocasionar un alto repentino a esos esfuerzos; los analistas dijeron que para Teherán habrá pocos incentivos de cumplir con su parte del acuerdo nuclear si ya no existe una perspectiva de inversión extranjera en el sector de energía. El objetivo de Irán era una inversión de 200 mil millones de dólares en los próximos cinco años para modernizar su envejecida infraestructura de energía. “Cuando se ven las últimas decisiones de Donald Trump alguien puede pensar: con amigos como ése quién necesita enemigos”, dijo Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo.
Aunque Total no enfrenta una prohibición directa sobre las operaciones iraníes como sus competidores estadunideses, enfrenta una amenaza de las llamadas sanciones secundarias porque tienen operaciones sustanciales en Estados Unidos, las cuales Washington puede bloquear. Más de 90 por ciento de las operaciones de financiamiento de Total también involucran a bancos estadunidenses, dijo la compañía.
Otras grandes empresas europeas que invirtieron en Irán, como Airbus, Siemens y Renault, enfrentan presiones similares a las que teme la firma gala.
Patrick Pouyanné, el director ejecutivo de Total, pregonó el “enorme potencial” de Irán, país que cuenta con las segundas mayores reservas de gas del mundo y con la cuarta mayor reserva de petróleo, según la que con amigos (como Trump), quién necesita enemigos: dice Tusk el sector, la intención que manifestaron GB, Alemania y Francia Administración de Información de Energía de EU (EIA, por su sigla en inglés). “La decisión de Total... respalda la idea de que nadie ve una solución fácil aquí y que hay pocas expectativas de que haya una clemencia por parte de EU”, dijo Bjarne Schieldrop, analista del sector petrolero de SEB. “Independientemente de lo que digan los políticos en Europa, las empresas privadas simplemente se retiran y tiran sus cartas”.
Total posee poco más de la mitad del proyecto South Pars, mientras que la compañía estatal china CNPC tiene otro 30 por ciento. La compañía francesa dijo que su inversión hasta el momento es de menos de 40 millones de euros y, según personas familiarizadas con la situación, si Total no puede garantizar la exención y tiene que retirarse, CNPC puede adquirir la participación de Total en el proyecto.
Total dijo que “se participa con las autoridades francesas y estadunidenses” para evaluar la posibilidad de una exención que “debería incluir la protección de la empresa contra cualquier sanción secundaria”.
Los europeos están “atrapados en una trampa triple”, dijo Richard Mallinson, de Energy Aspects, en Londres. “Les preocupan las sanciones de Estados Unidos y la divergencia en la política de Irán, pero no quieren hacer que aumente la confrontación al tratar de bloquear las sanciones secundarias”.
Royal Dutch Shell, el grupo europeo de gas y petróleo más grande, también llegó a un acuerdo provisional con Irán en 2016 para llevar a cabo estudios en tres de los campos de petróleo y yacimientos de gas más grandes del país.
Sin embargo, ese acuerdo representaba un compromiso mucho menos firme de lo que asumió Total, y Shell todavía no abre una oficina en Irán ni trasladó personal a la república islámica. El grupo anglo-holandés dijo el ayer que todavía evalúa las implicaciones del retiro de Donald Trump del acuerdo nuclear con Irán.