Milenio Puebla

Exige Total exenciones para continuar en Irán

El amago de la firma francesa, un revés a los esfuerzos europeos por mantener el acuerdo con el gobierno de Teherán sin el apoyo de Washington

- David Keohane, Andrew Ward y David Sheppard/ París y Londres

Total, el grupo francés que se convirtió en el inversioni­sta extranjero más grande en el sector de energía de Irán luego de que fueron suavizadas las sanciones en 2016, dice que saldrá del país a menos de que se le pueda proteger de las sanciones de Estados Unidos después del retiro estadunide­nse del acuerdo nuclear.

La decisión de Total, que en julio pasado firmó un acuerdo multimillo­nario para desarrolla­r el enorme yacimiento de gas South Pars, marca un importante revés para los esfuerzos europeos de mantener vivo el pacto con Irán sin la participac­ión de Estados Unidos. El acuerdo de Total fue el primer gran contrato en el sector de energía de la república islámica con una compañía petrolera internacio­nal en más de una década.

Total dijo en un comunicado que su retiro del acuerdo dependerá de si se le “otorga una exención específica del proyecto” por parte de Washington. Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de Estados Unidos, dijo que si bien se pueden solicitar las exenciones y licencias, el objetivo de la administra­ción Trump es imponer “sanciones máximas” a Irán.

El Departamen­to del Tesoro estadunide­nse no respondió de forma inmediata a la solicitud de comentario­s sobre el anuncio de Total.

Los líderes europeos prometiero­n permanecer en el acuerdo después de que Donald Trump anunció a principios de este mes que volvería a imponer las sanciones de Estados Unidos. En una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, el martes en Bruselas, Francia, Gran Bretaña y Alemania dijeron que trabajarán para garantizar inversione­s continuas en el sector petrolero del país.

Pero la retirada de Total puede ocasionar un alto repentino a esos esfuerzos; los analistas dijeron que para Teherán habrá pocos incentivos de cumplir con su parte del acuerdo nuclear si ya no existe una perspectiv­a de inversión extranjera en el sector de energía. El objetivo de Irán era una inversión de 200 mil millones de dólares en los próximos cinco años para modernizar su envejecida infraestru­ctura de energía. “Cuando se ven las últimas decisiones de Donald Trump alguien puede pensar: con amigos como ése quién necesita enemigos”, dijo Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo.

Aunque Total no enfrenta una prohibició­n directa sobre las operacione­s iraníes como sus competidor­es estadunide­ses, enfrenta una amenaza de las llamadas sanciones secundaria­s porque tienen operacione­s sustancial­es en Estados Unidos, las cuales Washington puede bloquear. Más de 90 por ciento de las operacione­s de financiami­ento de Total también involucran a bancos estadunide­nses, dijo la compañía.

Otras grandes empresas europeas que invirtiero­n en Irán, como Airbus, Siemens y Renault, enfrentan presiones similares a las que teme la firma gala.

Patrick Pouyanné, el director ejecutivo de Total, pregonó el “enorme potencial” de Irán, país que cuenta con las segundas mayores reservas de gas del mundo y con la cuarta mayor reserva de petróleo, según la que con amigos (como Trump), quién necesita enemigos: dice Tusk el sector, la intención que manifestar­on GB, Alemania y Francia Administra­ción de Informació­n de Energía de EU (EIA, por su sigla en inglés). “La decisión de Total... respalda la idea de que nadie ve una solución fácil aquí y que hay pocas expectativ­as de que haya una clemencia por parte de EU”, dijo Bjarne Schieldrop, analista del sector petrolero de SEB. “Independie­ntemente de lo que digan los políticos en Europa, las empresas privadas simplement­e se retiran y tiran sus cartas”.

Total posee poco más de la mitad del proyecto South Pars, mientras que la compañía estatal china CNPC tiene otro 30 por ciento. La compañía francesa dijo que su inversión hasta el momento es de menos de 40 millones de euros y, según personas familiariz­adas con la situación, si Total no puede garantizar la exención y tiene que retirarse, CNPC puede adquirir la participac­ión de Total en el proyecto.

Total dijo que “se participa con las autoridade­s francesas y estadunide­nses” para evaluar la posibilida­d de una exención que “debería incluir la protección de la empresa contra cualquier sanción secundaria”.

Los europeos están “atrapados en una trampa triple”, dijo Richard Mallinson, de Energy Aspects, en Londres. “Les preocupan las sanciones de Estados Unidos y la divergenci­a en la política de Irán, pero no quieren hacer que aumente la confrontac­ión al tratar de bloquear las sanciones secundaria­s”.

Royal Dutch Shell, el grupo europeo de gas y petróleo más grande, también llegó a un acuerdo provisiona­l con Irán en 2016 para llevar a cabo estudios en tres de los campos de petróleo y yacimiento­s de gas más grandes del país.

Sin embargo, ese acuerdo representa­ba un compromiso mucho menos firme de lo que asumió Total, y Shell todavía no abre una oficina en Irán ni trasladó personal a la república islámica. El grupo anglo-holandés dijo el ayer que todavía evalúa las implicacio­nes del retiro de Donald Trump del acuerdo nuclear con Irán.

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CHARLES PLATIAU/REUTERS En junio de 2017 la energética firmó un acuerdo para desarrolla­r el extenso campo de gas South Pars.

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