DELITOS
EL DIARIO DE ANA FRANK no deja de dar sorpresas. Ahora resulta que la pequeña Ana se censuró en dos páginas que tiñó para que fueran ilegibles. La autora no calculó que en el futuro las técnicas digitales permitirían descifrar su contenido: en una cuenta chistes subidos de tono y en otra recoge preguntas y respuestas en torno de la educación sexual y la prostitución. La inteligente y precoz Anita...