La alfarería oaxaqueña, celebración de lo que somos
“El barro es una de las vetas en el mundo del arte decorativo, y es un legado cultural que necesita impulso para su desarrollo”, dice Héctor Rivero Borrell
Tras la publicación del libro Barroyfuego.El artedelaalfareríaen Oaxaca, investigación hecha en la década de los 90 por el fotógrafo estadunidense Eric Mindling, surgió una amplia colección de piezas que dio paso a la exposición, con el mismo nombre, que se inauguró anoche en el Museo Franz Mayer.
La muestra ya se ha expuesto en varios países de Europa: “Lo que se hace en México es valorado pero, lamentablemente, a veces nuestros objetos tienen que salir de nuestro territorio para que se aprecien más y se abra el panorama”, explicó el artesano Juan Ruiz Zárate.
La exposición fue diseñada y producida por Innovando la Tradición AC, que, bajo la curaduría de Mindling, reúne en una de las salas del museo 150 obras elaboradas por 75 familias de más de 35 pueblos alfareros.
Valorar la alfarería desde los ámbitos social, ecológico y funcional, son algunos de los objetivos de la muestra pues, explica Héctor Rivero Borrell, director del museo, “el barro es una de las vetas en el mundo del arte decorativo, y es un legado cultural que necesita impulso para su desarrollo, para que continúe por muchos siglos más”.
La exhibición está divida en tres secciones: “Cocina”, que incluye una inmensa gama de utensilios, como comales, cazuelas, jarras, cántaros y mezcaleros, entre otros; “Pueblo”, en la que se destaca la importancia de la diversidad de técnicas y algunas de las costumbres regionales para la creación de las piezas, y “Planeta”, que muestra y analiza el bajo impacto ambiental del proceso de producción, haciendo un comparativo detallado del proceso químico entre el impacto de trabajar con barro o con plástico.
Para Diego Mier y Terán, fundador de Innovando la Tradición, califica lo hecho en barro como una tradición de sabiduría: “El enfoque está en la belleza del objeto, pero hablando de la importancia que tiene para la vida, pero también en el diseño. “Oaxaca es un lugar de enormes riquezas, y eso es lo que tratamos de compartir, así como su enorme sabiduría del barro como un oficio sustentable, uno en equilibrio con el medio ambiente y la naturaleza. Es una invitación a celebrar lo que somos y a empezar a ampliar la discusión sobre lo que tenemos en nuestros pueblos originarios”, agregó Mier y Terán.
En cuanto a la labor y la retribución económica, Ruiz Zárate señaló que es complicado dedicarse a la alfarería: “Sí deja para que vivas o sobrevivas, ya que nunca te dejará morir. Cuando le das continuamente y mejoras día a día, provocas una reacción positiva y una belleza, tanto interna como externa: toda tu energía se transforma y tu artículo pequeñito se convierte en algo grande, tanto que te lo pagan bien. Pero eso viene con esfuerzo”.
Pero no cualquiera puede dedicarse a dicha labor cultural y artística, pues la “alfarería es muy celosa y, como profesor, le enseño a las personas que tienen vocación, que tienen el interés de aprender, que debe ser uno donde el corazón los mueva”.
Sin embargo, añade, “lamentablemente también hay personas que quieren transformar lo que hacen en algo económico, y ahí se acaba el encanto de la labor”, concluye Ruiz Zárate.
Barroyfuego.Elartedela alfareríaenOaxaca estará en exhibición hasta el 17 de junio en avenida Hidalgo 45, Centro Histórico.