Román Revueltas, Federico Berrueto, Ricardo Alemán M. López Narváez, Álvaro Cueva, Jairo Calixto Albarrán Lozada León
Es un hecho que el respeto y consideración hacia la mujer en la sociedad humana ha aumentado en la misma medida que el nivel de instrucción general
La violencia ha sido siempre mala consejera, por eso últimamente le ha ido mal a Luis Miguel Barbosa, primero se le ha exhibido de no contar con el título de abogado, esto señalado tanto como por el PAN, como por Enrique Doger; y segundo el IEE estipuló que Barbosa cometió violencia de género contra la candidata de Por Puebla al Frente, Martha Erika Alonso.
El Instituto Electoral del Estado (IEE) determinó que es violencia política de género, la multitud de referencias que hace Luis Miguel Barbosa acerca de que la candidatura de Martha Erika Alonso a la gubernatura de Puebla es un intento de “reelección” de su esposo, el anterior gobernador Rafael Moreno Valle; a lo que Luis Miguel Barbosa, en un arranque, califi có a los consejeros del IEE como “estúpidos y degradados”.
A esto, la candidata expuso: “A Barbosa le digo: yo no permitiré que le falte el respeto a ninguna mujer en el Estado”… “En Puebla estamos hartas de la violencia hacia las mujeres como para que todavía un candidato a gobernador esté decidido a promoverla”, para concluir señaló mediante un
tuit: “La violencia de género es inadmisible, le exijo a @MBarbosaMX respeto a las mujeres y que frene su campaña basada en actos de misoginia.”
Es un hecho plenamente demostrado por la historia, que el respeto y consideración hacia la mujer en la sociedad humana ha aumentado en la misma medida que el nivel de instrucción general. De la misma manera vemos actualmente en algunas ocasiones, que la profesionalización de la mujer es tanto, o más importante que la de los hombres.
Estos hechos deben bastar para indicar hasta qué punto la mujer se elevará en el porvenir y en qué relación debe tenerla todo hombre que pertenezca a una nación civilizada, y que no cualquier patancillo podrá, de ningún modo, limitar la actividad y, menos, política de la mujer.
Nosotros, estimados lectores, que somos la mitad masculina debemos reclamar que se le deje la vía libre a Martha Erika para probar que es y será, por mucho, mejor gobernante que Luis Miguel Barbosa.
La pretensión de Barbosa es altamente ridícula y completamente
pedante de que la mujer debe sólo trabajar para el hogar y que no pueda brillar por sí misma en la política, por eso hay que denostarla. Justamente ahora sucede lo contrario, la emancipación de la mujer por medio del estudio, la investigación y el trabajo despierta en la mujer la alegría que tan necesaria es para la felicidad de la vida familiar, por lo que próximamente tendremos a una gobernadora que logrará la felicidad en las familias poblanas.
Barbosa, con sus imprudencias, habla sin pensar y sin conocer y también porque no sabe frenar su larga lengua, pero dicen que la cola lo es más, por eso en Morena le ha dado tan buenos resultados.
La admiración a la mujer libre no es privilegio de una secta o de un partido, es una necesidad de todos los hombres que están indecisos de romper las cadenas que los suprimen por la educación recibida, ya que pronto gozarán de la alegría que da la libertad de poder votar por una mujer que les devolverá el optimismo de haber elegido a una ciudadana que sabrá defender el estado de derecho y la prosperidad de nuestra Puebla.