Acepta recomendación la PGJE de la CEDH
La PGJE aceptó la recomendación y resarcirán los daños psicológicos, morales, económicos y físicos de los afectados, tendrán 15 días
Derivado de actos de tortura cometidos en contra de ex elementos policiacos que fueron detenidos por presuntamente participar en el delito de secuestro exprés el pasado 22 de enero de 2015, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), aceptó la recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), informó el ex policía Jorge López Pérez.
En entrevista con el presidente de la CEDH, Víctor Cid del Prado, informó que la dependencia aceptó la recomendación, para resarcir los daños psicológicos, morales, económicos y físicos a los afectados, por lo que tendrán 15 días hábiles para atender los señalamientos del organismo.
En este contexto, comentó que aún desconoce cómo será el proceso para atender las recomendaciones, quizá se nombre algún enlace o mesas de trabajo, pero ya serán las instancias gubernamentales que indiquen los mecanismos a seguir.
Agregó que, hasta al momento se trata de una respuesta parcial a lo que toca a su persona, por lo que ahora tendrán que hacer todo lo necesario para limpiar su imagen, y dejar claro ante la opinión pública, que siempre fue inocente y que jamás ha cometido un delito como el que intentaron imputarle falsamente. “A mí me exhibieron públicamente a nivel nacional e internacional, junto con Juan Carlos Yáñez, nos imputaron cuatro secuestros, que jamás cometidos ni ordenamos”, refirió.
El 22 de enero de 2015 López fungía como director de la Policía Estatal Acreditable y fue detenido junto con cinco compañeros, Juan Carlos Yáñez Osorno, quien se desempeñaba como delegado de la Policía Estatal en Apizaco, Abel Hernández Pérez, Efrén Rodríguez Mariano, Gema Clara Badillo Lara y Luis Héctor Grande Tlapale.
Los efectivos fueron asegurados bajo la orden de la entonces, procuradora, Alicia Fragoso Sánchez, con el argumento de que estaban vinculados con cuatro secuestros exprés cometidos en los municipios de Huamantla y Apizaco.
Los detenidos en ese entonces recibieron choques eléctricos, golpes, cortadas en las muñecas y métodos de asfixia, para tratar de inculpar en un caso de secuestro exprés.